El tantra te enseña a manejar tu energía sexual de una forma nueva: conscientemente, con un corazón implicado, atento a todo lo que ocurre. Fortalece todos los aspectos de tu vida amorosa.
El tantra es mucho más que sexo. Es donde los cuerpos y las mentes se encuentran. En nuestra sociedad moderna y occidental, el sexo se centra en un orgasmo. El sexo tántrico es mucho más. Ayuda al cuerpo a soltar la tensión, ayuda al corazón a ser confiado y abierto, y ayuda a la mente a ser libre, juguetona y tranquila. Además, el tantra promete tener una influencia positiva en tu relación: la intimidad con tu pareja crecerá, habrá más lujuria y vuestra relación se profundizará.
Ejercicio 1: Hazte amigo de tu cuerpo
1. Asegúrate de que nadie te moleste.
2. Prepárate un buen baño caliente con algún aceite perfumado, o enciende la ducha. Utiliza velas, incienso, música y flores para convertir tu baño en un templo.
3. Tócate el corazón con la mano, siente el calor y salúdate amorosamente (en el tantra, esto se llama el «saludo del corazón»).
4. Métete en la bañera, o en la ducha, y deja que toda la tensión fluya de tu cuerpo. Luego, atentamente, toca cada parte de tu cuerpo y di o piensa algo amable sobre ella.
Ejercicio 2: El abrazo íntimo
1. Abraza a tu pareja, cierra los ojos y piensa en lo que sientes ahora. Sigue abrazando durante unos tres minutos.
2. Relaja tu cuerpo cada vez más, y asegúrate de utilizar todo tu cuerpo en el abrazo.
3. Después de dos minutos, presta atención a la respiración de tu pareja. Deja que tu respiración y la suya se conviertan en una sola, de modo que los dos inspiren y espiren lentamente.
4. Siéntense y mírense a los ojos. Cuéntale con franqueza lo que sientes por ti y por tu pareja.
5. Escuche atentamente lo que sintió su pareja.
Ejercicio 3: Estimule sus sentidos
1. Asegúrese de que no le van a molestar y bloquee su agenda durante al menos una hora.
2. La pareja «dadora» ha preparado la habitación con una iluminación suave, velas y esencias aromáticas, y bandejas con atributos.
3. La pareja «receptora» puede tumbarse y tiene los ojos vendados.
4. La pareja dadora sorprende a la pareja receptora con, por ejemplo, uvas (sin semillas), lichis o pequeños trozos de piña, gotas de licor o trozos de chocolate; con caricias sensuales utilizando plumas y otros materiales, aceites esenciales, música y susurros de palabras dulces o apasionadas.
5. La pareja que da se quita la venda de los ojos. Evita utilizar palabras. Simplemente mírense a los ojos durante un rato y luego tómense el tiempo para un largo abrazo.
6. Invierta los papeles (o hágalo en otro momento).
Ejercicios extraídos de: Margot Anand, ‘Love, sex, and awakening’.