Por qué algunas cosas arden mientras otras se derriten?

¿Cuánto te gusta la electricidad? Hace funcionar tus aparatos electrónicos favoritos. Te refresca en verano y te calienta en invierno. Te ilumina cuando se pone el Sol.

Sin embargo, cuando una tormenta eléctrica trae rayos y truenos, puedes perder la electricidad si componentes eléctricos importantes, como los transformadores, son alcanzados por un rayo. ¿Qué haces entonces?

Podrías sentarte en la oscuridad y esperar a que vuelva la luz, pero eso es un poco aburrido. En lugar de eso, probablemente cojas una linterna para poder seguir leyendo tu libro favorito. ¿Te imaginas cómo eran los niños de antes de la electricidad? ¿Cómo sería leer a la luz de las velas todas las noches?

Si alguna vez has visto arder una vela, habrás notado algo interesante. La mecha de la vela que se enciende arde. ¿Pero qué pasa con el resto de la vela? La cera se derrite. Entonces, ¿por qué algunas cosas se queman y otras se funden?

Aunque pueda parecer que la combustión y la fusión son dos caras de la misma moneda, en realidad son procesos diferentes. Los distintos materiales reaccionan de manera diferente cuando se exponen al calor.

La fusión es un proceso físico que implica la transición de fase de una sustancia de su estado sólido a su estado líquido. La combustión, en cambio, es un proceso químico que implica la descomposición de una sustancia y su transformación en otras diferentes.

Por ejemplo, cuando un cubo de hielo se derrite, pasa de ser un cubo de hielo sólido a agua líquida. Sin embargo, sigue siendo la misma sustancia: agua. Sin embargo, cuando la madera se quema, pasa de su composición original (celulosa, lignina, agua, etc.) a nuevas sustancias (carbón vegetal, metanol, dióxido de carbono, etc.).

Las sustancias que arden en lugar de fundirse tienen temperaturas de combustión inferiores a sus puntos de fusión. Antes de que tengan la oportunidad de calentarse a una temperatura lo suficientemente alta como para fundirse, reaccionan con el oxígeno de la atmósfera y se queman o arden.

Este es el caso de la madera. Seguramente habrás notado que la madera expuesta al calor no se funde. En cambio, la madera reacciona con el oxígeno del aire y se quema, convirtiéndose en carbón vegetal, cenizas y otras sustancias en el proceso.

Si alguna vez ha tratado de tomar el carbón vegetal, las cenizas y los otros restos que quedan de una fogata y convertirlos de nuevo en madera, sabe que no es posible. Eso es porque se ha producido un cambio químico. Sin embargo, si tienes agua líquida, puedes enfriarla hasta su punto de congelación para que complete una transición de fase y vuelva a ser sólida.

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