Monos Rhesus en la investigación
Los monos Rhesus se han utilizado durante mucho tiempo como animales de investigación experimental. En 1940 se descubrió en su sangre el factor rhesus, que lleva su nombre. El factor rhesus se encontró más tarde en los seres humanos. Este importante hallazgo evitó a partir de entonces reacciones inmunológicas fatales en las transfusiones de sangre y durante el embarazo. Gracias a los experimentos con monos rhesus, los científicos pudieron desarrollar en los años cincuenta la vacuna contra el poliovirus, con la que hoy millones de personas están protegidas de la infección. Gracias a la consiguiente exportación masiva de monos rhesus desde la India a los respectivos países de destino, su población disminuyó rápidamente en ocasiones. A finales de los años setenta, el gobierno indio detuvo la exportación de monos para que se recuperara el crecimiento de la población. En la actualidad, los monos rhesus destinados a la investigación se crían en instalaciones especiales, como el Centro Alemán de Primates, con elevadas normas sanitarias, por lo que ya no se les saca de su hábitat natural. En todo el mundo, los monos rhesus se utilizan principalmente como animales de experimentación en la investigación de infecciones, el desarrollo de fármacos y la investigación del cerebro. En 2007 se publicó en la revista Science el resultado de la secuenciación del ADN del genoma del mono rhesus. Tras los humanos y los chimpancés, los monos rhesus son el tercer primate completamente secuenciado. Los científicos pudieron demostrar que el ADN del mono rhesus coincide en un 93,5% con el del hombre.