El modelo Mondragón: cómo una cooperativa vasca desafió la crisis económica de España

A principios de la década de 1980, la ex Secretaria de Estado de Educación del gobierno laborista de Harold Wilson, Shirley Williams, me alertó sobre un ejemplo notable de desarrollo económico regional a través del empoderamiento de los trabajadores, centrado en Mondragón, en la región vasca de España.

Aprovechando una temprana oportunidad para verlo por mí mismo, fue imposible no quedar impresionado por lo que ya era la mayor agrupación de cooperativas de trabajo asociado del mundo, y mi admiración ha crecido en posteriores visitas, la última a finales del año pasado.

Mi tesis doctoral de 1999 y el libro de Mondragón, Jobs of Our Own: Building a Stakeholder Society, exponen detalladamente los orígenes de las cooperativas, su funcionamiento y los resultados obtenidos.

Destaca en particular su compromiso con la excelencia en la fabricación y el crecimiento de las exportaciones, a través de la innovación tecnológica de vanguardia.

En el momento de mi primera visita en 1985, sus prioridades de I+D ya eran la robótica industrial, los sistemas de control y diseño asistidos por ordenador, la inteligencia artificial y las fuentes de energía sostenibles.

Enfrentados a las circunstancias posteriores a la crisis financiera mundial -donde el desempleo a nivel nacional supera el 25% y el 53% entre los jóvenes- Mondragón ha demostrado una impresionante capacidad de resistencia al ayudar a mantener los niveles de desempleo en la región vasca por debajo de la mitad de la media nacional.

Aún así, la actual crisis económica no ha dejado indemne a las cooperativas, y su vuelta al crecimiento sólo ha cobrado impulso recientemente.

Por primera vez desde su creación en 1959, la cooperativa de trabajo asociado/consumidor Eroski de Mondragón -hasta ahora la cadena de supermercados, hipermercados y centros comerciales más grande y de más rápido crecimiento de España- experimentó pérdidas como consecuencia de la reducción de la demanda de los consumidores, y sólo en el actual ejercicio económico prevé volver a la rentabilidad.

Fagor, el mayor fabricante de electrodomésticos de España (y que también forma parte de la cooperativa Mondragón), ha conseguido reducir la producción entre un 30 y un 40% ante la precipitada contracción del mercado de bienes de consumo duraderos.

La cooperativa de crédito Caja Laboral del grupo cooperativo -que es, de hecho, el noveno banco de España- se está recuperando de una reducción del 75% de su rentabilidad.

Los fundamentos de la historia de Mondragón son sencillos. Lo que surgió en 1956 como un puñado de trabajadores en una fábrica en desuso, utilizando herramientas manuales y chapas metálicas para fabricar estufas de aceite para calefacción y cocina, es hoy un enorme conglomerado de unas 260 cooperativas de fabricación, venta al por menor, financieras, agrícolas, de ingeniería civil y de apoyo y entidades asociadas, con puestos de trabajo para 83.800 trabajadores, y unas ventas anuales superiores a los 20.000 millones de dólares.

Las cooperativas de Mondragón son ahora propietarias de unas 114 filiales locales y extranjeras, y se han comprometido a convertirlas en propiedad de los empleados, caso por caso, en consonancia con las leyes locales, las costumbres y otras consideraciones culturales y económicas.

Como copropietarios en igualdad de condiciones de sus lugares de trabajo, los miembros disfrutan de seguridad en el empleo, junto con participaciones de capital individuales, un reparto equitativo de los beneficios sobre una base proporcional y una voz igual de «un miembro, un voto» en su gobierno. La remuneración dentro de las cooperativas es igualitaria, y las tasas más altas que se pagan, salvo en circunstancias excepcionales, no son superiores a seis veces y media las más bajas.

Y los miembros comparten la propiedad de un sistema único de cooperativas de apoyo secundario, del que las cooperativas primarias o de primera línea obtienen recursos que incluyen servicios financieros, seguros sociales, educación y formación e investigación y desarrollo.

Por ejemplo, el capital para la expansión de las empresas existentes y el establecimiento de otras nuevas procede en parte del banco del grupo y de los fondos de la seguridad social, y los trabajadores están cualificados a altos niveles en una universidad de tecnología, que a su vez está estructurada como una cooperativa y atrae a estudiantes de disciplinas como la ingeniería y la metalurgia en toda España.

Reflejo de la alta prioridad concedida por las cooperativas primarias a la ventaja competitiva de la investigación y el desarrollo intensivos es el aumento de la cooperativa original de apoyo a la investigación y el desarrollo de Ikerlan con trece entidades hermanas, especializadas en las necesidades de aspectos particulares de la actividad manufacturera y el desarrollo de productos.

Enfrentadas repetidamente a lo largo de sus 50 años de vida con recesiones económicas cíclicas, las cooperativas han sido capaces de aprovechar importantes flexibilidades. Por ejemplo, los no socios contratados temporalmente pueden ser aplazados hasta que las condiciones mejoren.

Los socios pueden acordar la pérdida o el aplazamiento de derechos como una o más de sus catorce pagas anuales o el pago de los intereses de sus cuentas de capital individuales, o en circunstancias extremas autorizar la retirada de fondos de las cuentas de capital individuales.

Las cooperativas que experimentan una reducción de la demanda pueden transferir a los socios a otras en las que ésta aumenta, sin perjuicio de sus derechos. Y se puede acceder a capital suplementario desde fondos de solidaridad intercooperativos centralizados.

Uno se pregunta qué lecciones para la productividad, el bienestar en el lugar de trabajo y la armonía industrial podría aprender Australia del modelo empresarial de Mondragón.

Los detalles y la inscripción para la conferencia pública gratuita del lunes y la cena Q&A con el portavoz de Mondragón, Mikel Lezamiz, están en http://www.eventbrite.com.au/event/4470958758/. Race Mathews regresó recientemente de la quinta de una serie de visitas a Mondragón, que se remontan a mediados de la década de 1980. Es un ex diputado federal y diputado estatal y ministro.

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