El tratamiento de los esguinces incluye reposo, inmovilización, hielo, compresión y elevación. Una forma fácil de recordar este tratamiento es utilizar el acrónimo RICE: Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Este tratamiento debe utilizarse lo antes posible después de un esguince para aliviar el dolor y la hinchazón, así como para promover la curación y la flexibilidad.
- Descanso. Descanse y proteja la zona dolorida o lesionada. Tómese un descanso, cambie o interrumpa cualquier actividad que esté causando el dolor o la molestia.
- Hielo. El frío reduce el dolor y la inflamación. Aplique hielo o una compresa fría inmediatamente para prevenir y reducir la hinchazón. Aplíquelo durante 10 a 20 minutos seguidos, tres o más veces al día. Si la hinchazón desaparece después de 48 a 72 horas, puede aplicar calor en la zona. Nunca aplique el hielo o el calor directamente sobre la piel; coloque una toalla entre la compresa fría o caliente y la piel.
- Compresión. Envolver la zona lesionada o dolorida con una venda elástica (como una venda Ace), ayuda a disminuir la hinchazón. No envuelva con demasiada fuerza, ya que esto puede provocar una hinchazón por debajo de la zona afectada. Comprueba el vendaje y busca signos de que está demasiado apretado (entumecimiento, hormigueo, aumento del dolor, frialdad o hinchazón) en la zona debajo del vendaje. Si el vendaje está demasiado apretado, aflójalo. Si cree que necesita utilizar la compresión durante más de 48 a 72 horas, póngase en contacto con su médico para asegurarse de que no hay un problema más grave.
- Elevación. Siempre que esté sentado o acostado, eleve la zona lesionada con almohadas mientras aplica el hielo. Si puede mantener la zona a la altura del corazón o por encima de ella, ayudará a minimizar la hinchazón.
Advil o Motrin (ibuprofeno) y Aleve o Naprosyn (naproxeno) son antiinflamatorios no esteroideos de venta libre que ayudan a aliviar el dolor y la hinchazón.
Los esguinces leves suelen curarse bien con tratamiento casero, pero los esguinces de moderados a graves necesitan una rápida evaluación y tratamiento médico. El médico puede prescribir un yeso o una férula, fisioterapia, medicamentos o cirugía. El tiempo de recuperación de los esguinces varía en función de la edad y el estado de salud de la persona, así como de la localización y la gravedad de la lesión.
Lesiones específicas de los ligamentos (pulgar de esquiador)
El pulgar de esquiador es una lesión aguda del ligamento del pulgar, situado en la parte interior del primer nudillo del pulgar. Este ligamento (el ligamento colateral cubital – LCC) proporciona estabilidad al pulgar. La lesión se denomina comúnmente Pulgar de Esquiador porque se observa entre los esquiadores que se caen con el bastón de esquí en la mano. El ligamento puede estar parcialmente desgarrado, completamente desgarrado o estirado, y a veces incluye una pequeña fractura del hueso del pulgar donde se une el ligamento. El pulgar de esquiador también se denomina pulgar de guardabosques.
Las lesiones de los tendones (Dedo Malo)
Los tendones son las fibras fuertes y flexibles que conectan el músculo con el hueso. Al moverse, se deslizan suavemente sobre los músculos. Los tendones varían en tamaño y forma. El dedo de mazo (también conocido como dedo de béisbol o dedo de caída) se produce cuando se intenta atrapar una pelota y la punta del dedo es golpeada por la pelota con mucha fuerza. El tendón se rompe en la base de la articulación del dedo. El resultado es una yema del dedo doblada que no se puede enderezar o que está dolorida e hinchada.
Tensiones (tirones musculares)
El sobreestiramiento de los músculos causa la mayoría de las tensiones. Pueden ser graves, como un desgarro muscular o de tendón, o leves. Los síntomas de una distensión varían según la gravedad de la misma y pueden incluir:
- Dolor
- Dolor (que empeora con el movimiento)
- Inflamación
- Hinchazón
- Movimiento muscular limitado
- Un abultamiento en el lugar de un desgarro completo
El tiempo de recuperación de una distensión muscular varía en función de la edad y la salud de cada uno, así como del tipo y la gravedad de la distensión. Mientras que las distensiones leves suelen curarse bien con tratamiento casero, las distensiones graves necesitan tratamiento médico. Si no se tratan las distensiones graves, pueden producirse dolores a largo plazo, limitación del movimiento y deformidad.
Huesos rotos (fracturas)
Las fracturas son roturas en un hueso que pueden ir desde grietas finas hasta huesos rotos en dos o más partes. Las fracturas pueden producirse al mismo tiempo que otras lesiones, como esguinces, distensiones o dislocaciones.
Los signos y síntomas de las fracturas incluyen:
- Un chasquido o chasquido en el momento de la lesión
- Dolor que aumenta con el movimiento o cuando se aplica presión
- Hinchazón y hematomas
- Movimiento limitado
- Movimiento del hueso donde no hay articulación (por ejemplo, una flexión del brazo entre el codo y la muñeca)
- Hueso que asoma a través de la piel
- Hueso visible en la herida
Las fracturas requieren atención médica, junto con cualquier otra lesión que pueda haberse producido al mismo tiempo. El hueso roto puede necesitar ser fijado, enyesado o entablillado para ayudar a su curación. Dependiendo del tipo de fractura, puede necesitar cirugía.
El tiempo de recuperación de una fractura puede variar de semanas a meses, dependiendo de:
- Edad
- Salud
- Tipo de fractura
- Localización de la fractura
- Severidad de la fractura
Otras lesiones pueden complicar el tratamiento:
DISLOCACIONES
Las dislocaciones se producen cuando un hueso es arrastrado o empujado fuera de su sitio, y de su relación normal con los otros huesos que componen una articulación. Esto puede ocurrir en articulaciones como la rótula, la cadera, el dedo, el codo o el hombro.
La dislocación puede ser causada por golpes directos en una articulación, caídas o movimientos de torsión repentinos. Incluso las actividades cotidianas pueden causar dislocaciones si una persona tiene articulaciones inestables.
Las dislocaciones pueden ser un problema incluso si el hueso vuelve a su sitio. Los tejidos blandos dentro o alrededor de una articulación (como los ligamentos, los tendones, los músculos, el cartílago y la cápsula articular) pueden estirarse o desgarrarse. Los nervios y los vasos sanguíneos pueden resultar dañados. Los trozos de hueso de la base de la articulación pueden desprenderse y acabar dentro de la articulación. Las dislocaciones pueden causar fracturas que se extienden hacia el interior de la articulación.
Lesión por aplastamiento, que da lugar a un síndrome compartimental
El síndrome compartimental se desarrolla cuando la hinchazón tiene lugar dentro de una zona cerrada (un compartimento), en la que los músculos, los nervios, los vasos sanguíneos y los huesos no tienen espacio para expandirse. La presión sobre las arterias, las venas y los nervios provoca un dolor extremo, ralentiza la circulación hacia los músculos y los nervios y puede causar daños permanentes en el tejido.
La hinchazón que provoca el síndrome compartimental suele estar causada por una disminución del flujo sanguíneo, un traumatismo, una hemorragia y una acumulación de líquido. El síndrome compartimental requiere un tratamiento médico de urgencia inmediato para evitar la muerte del tejido y una disfunción permanente.
Las personas que realizan un nivel de actividad física muy elevado, como los corredores de larga distancia o los nuevos reclutas militares, pueden desarrollar un síndrome compartimental crónico. Los síntomas son menos repentinos, menos graves y suelen mejorar con el reposo.
Busque atención médica
Cualquier persona con una lesión en el dedo, la mano o la muñeca debe buscar inmediatamente atención médica. El tiempo es esencial, ya que el potencial de daños permanentes y lesiones destructivas aumenta en gran medida cuando se retrasa la atención médica. Los cortes y las lesiones en las manos necesitan un tratamiento avanzado para evitar la infección o la pérdida de la función, independientemente del tamaño.
Un corte que pueda requerir puntos de sutura necesita una evaluación médica. Si tiene dudas sobre si un corte necesita puntos de sutura, llame a un médico para que le oriente.
Las lesiones en la mano con los siguientes síntomas generalmente requieren atención médica de urgencia:
- Sangrado grave
- Entumecimiento
- Pérdida de movimiento o fuerza
- Dolor intenso
- Deformidad evidente
- Signos de infección (sensibilidad, calor local, enrojecimiento, hinchazón, pus o fiebre)
- Exposición de estructuras subyacentes (tendones, huesos, articulaciones, arterias, venas o nervios)
Además, busque atención médica de urgencia en estas situaciones:
- Fracturas
- Dislocaciones
- Heridas por alta presión
- Amputaciones
- Cortes profundos, abiertos o cortes sucios
- Heridas por un humano o una mordedura (incluidos los cortes por golpear un diente durante una pelea)
- Quemaduras (si la piel está alterada o si la quemadura rodea completamente un dedo, una mano o una muñeca)