Hace dos años que la Xbox One y la PS4 debutaron aquí en EE.UU. En ese tiempo, ambas se han ganado a pulso ser las portadoras de las videoconsolas de la actual generación. Microsoft se dio cuenta unos meses después de su lanzamiento de que necesitaba una versión de 400 dólares que compitiera en precio con la PS4 y que careciera de la cámara Kinect, y desde entonces ha puesto remedio a lo que en su día fue una comparación desigual, de manzanas y naranjas.
Desde entonces, tanto la Xbox One como la PS4 se han vendido bastante bien, con ventaja para Sony -aunque la rebaja de 50 dólares en enero para la Xbox One sin Kinect ayudó a Microsoft a ponerse al día. Ambas compañías han lanzado varios paquetes que pueden inclinar la ventaja del precio en una u otra dirección, dependiendo de si quieres lo que hay en un determinado paquete. Dicho esto, ¿cómo se comparan directamente las dos consolas? Si estás pensando en comprar una de estas dos consolas -o simplemente quieres tener argumentos para presumir- esto es lo que necesitas saber.
Una nota antes de empezar: A diferencia de todas las generaciones de consolas anteriores, la PS4 y la Xbox One son casi idénticas en cuanto a hardware. Con una APU AMD x86 en el corazón de cada una, las consolas de Sony y Microsoft son esencialmente PCs – y sus especificaciones de hardware, y por lo tanto el rendimiento relativo, se pueden comparar de la misma manera que compararías dos portátiles basados en x86 o tabletas Android basadas en ARM. Sigue leyendo nuestra comparativa de especificaciones de hardware entre Xbox One y PS4.
Procesador
Para la PS4 y la Xbox One en 2013, tanto Microsoft como Sony optaron por una APU semipersonalizada de AMD, una pieza de 28nm fabricada por TSMC que cuenta con una CPU Jaguar de ocho núcleos, combinada con una GPU de la serie Radeon 7000. (Hablaremos de la GPU en la siguiente sección.) Las CPUs de PS4 y Xbox One son prácticamente idénticas, salvo que la Xbox One va a 1,75 GHz, mientras que la PS4 va a 1,6 GHz.
El núcleo de la CPU Jaguar en sí no es especialmente interesante. En PC, Jaguar se utilizó en las piezas Kabini y Temash de AMD, destinadas a portátiles y tabletas de antigua generación, respectivamente. Si buscas una comparación razonable, las CPUs basadas en el núcleo Jaguar son más o menos comparables al Bay Trail Atom de Intel. Con ocho núcleos (frente a los dos o cuatro de una configuración Kabini-Temash normal), tanto la PS4 como la Xbox One tienen mucha potencia de CPU, aunque ninguna esté a la altura de lo que se puede obtener en un PC. La gran cantidad de núcleos permite a ambas consolas sobresalir en la multitarea, algo importante para los casos de uso de las salas de estar y los centros multimedia modernos. Sin embargo, a pesar de que la Xbox One tiene una CPU ligeramente más rápida, no hay mucha diferencia en el rendimiento relativo de los juegos de ambas consolas.
Gráficos
De nuevo, al tratarse de una APU de AMD, las GPU de Xbox One y PS4 son tecnológicamente similares, con la simple diferencia de que la GPU de PS4 es más grande. En términos de PC, la Xbox One tiene una GPU similar a la GPU Bonaire de nivel básico de la antigua Radeon HD 7790, mientras que la PS4 está equipada con la Pitcairn de gama media que se puede encontrar en la HD 7870. En términos numéricos, la GPU de Xbox One tiene 12 unidades de cálculo (768 procesadores de sombreado), mientras que la de PS4 tiene 18 unidades de cálculo (1.152 sombreadores). La Xbox One está ligeramente por delante en cuanto a velocidad de reloj de la GPU (853MHz frente a los 800MHz de la PS4).
En resumen, la GPU de la PS4 es -sobre el papel- un 50% más potente que la de la Xbox One. La velocidad de reloj de la GPU de la Xbox One es ligeramente superior, pero el 50% más de unidades de cálculo de la PS4 es una gran ventaja para Sony. Los juegos de PS4 disponen de mucha más potencia gráfica, y eso se nota en las comparaciones con el mundo real. Más allá de la velocidad de reloj y el número de núcleos, ambas GPU son idénticas. Ambas se basan en la arquitectura Graphics Core Next (GCN) y, por tanto, son compatibles con OpenGL 4.3, OpenCL 1.2 y Direct3D 11.2.
Subsistema de memoria RAM y ancho de banda
Una vez que dejamos la CPU y la GPU, las especificaciones de hardware de la Xbox One y la PS4 empiezan a divergir, siendo la RAM la diferencia más notable. Aunque ambas consolas están equipadas con 8 GB de RAM, la PS4 opta por una RAM GDDR5 de 5500 MHz, mientras que la Xbox One utiliza una RAM DDR3 de 2133 MHz, más propia de un PC. Esto supone una enorme ventaja de ancho de banda a favor de la PS4. La CPU y la GPU de la PS4 tienen 176 GB/s de ancho de banda hacia la RAM del sistema, mientras que la Xbox One sólo tiene 68,3 GB/s.
Diagrama de bloques del SoC de la Xbox One. Los 32MB de ESRAM (cuatro bloques de 8MB) están en la parte inferior.
A favor de Microsoft, la Xbox One tiene 32MB de SRAM integrada superrápida (unos 102GB/s en cada dirección, para un total de 204GB/s de ancho de banda). Cuando la ESRAM se utiliza adecuadamente, como caché, la enorme diferencia en el ancho de banda de la RAM del sistema principal puede ser mejorada.
Almacenamiento
Tanto la Xbox One como la PS4 tienen discos duros internos de 500GB y unidades ópticas Blu-ray, y puedes conseguir unidades de 1TB para cada una como opciones. La unidad de 1TB de la Xbox One es en realidad un híbrido, con una parte de estado sólido además de un disco giratorio para mejorar la velocidad de acceso, aunque las pruebas en el mundo real no muestran una diferencia tan grande como se podría pensar sobre el papel.
Juego
Es bueno poder comparar las especificaciones de hardware de forma directa, especialmente si eres un fan de la PlayStation, ya que supera a la Xbox One sobre el papel. Sin embargo, a la hora de la verdad, las especificaciones significan poco por sí solas: Siempre se trata de cómo los desarrolladores de juegos utilizan realmente el hardware. Para empezar, los juegos de PS4, con una GPU más potente y un subsistema de memoria más sencillo, suelen ser más fluidos y atractivos. Y hemos visto que esto se confirma en una variedad de títulos que muestran un rendimiento ligeramente peor en el lado de Xbox One, incluyendo títulos recientes como Metal Gear Solid V y Assassin’s Creed Syndicate. Aun así, ambas consolas ofrecen unos gráficos estelares, sobre todo si vienes de una consola de antigua generación.
A pesar de la diferencia de resolución y el upscaling, visualmente no hay tanta diferencia entre la Xbox One y la PS4. En virtud de estar basados en la misma arquitectura de GPU, los juegos de ambas consolas tendrán un aspecto similar: la misma iluminación, las mismas texturas, el mismo humo, etc. Si juegas desde una distancia razonable -por ejemplo, 3 metros- es poco probable que veas demasiadas diferencias entre las consolas. No obstante, los puristas querrán la PS4 por su salida más consistente a 1080p y, en ocasiones, por su mayor velocidad de fotogramas.
Juego y servicios online
Las otras diferencias entre las dos consolas son bien conocidas a estas alturas, como el diseño del mando -la PS4 tiene claramente ventaja en este aspecto- y los juegos disponibles. Los más importantes, como Grand Theft Auto 5, Metal Gear Solid V y Call of Duty: Advanced Warfare, suelen ser multiplataforma, pero hay excepciones. Ambos sistemas tienen algunas exclusivas atractivas. Entre los exclusivos más destacados de Sony se encuentran Until Dawn, Dragon Quest Heroes, Bloodborne e Infamous: Second Son, mientras que la Xbox One tiene Halo 5: Guardians, Rise of the Tomb Raider y Forza Horizon 2. Sin embargo, la PS4 lo hace mucho mejor en el lado de los juegos indie, lo cual es una ventaja clave.
Ambos modelos también lo hacen bien como dispositivos de entretenimiento de uso general. La Xbox One sigue siendo el mejor sustituto del decodificador multimedia, gracias a su paso por HDMI y a sus capacidades de televisión en directo, pero a la mayoría de los compradores no les interesa eso, y la Ps4 se ha puesto al día en el frente de los servicios de streaming. Puedes conseguir suscripciones premium a Xbox Live Gold y PS Plus por 60 y 50 dólares al año, respectivamente.
En general, la PlayStation 4 de Sony sigue siendo nuestra favorita dos años después, gracias a su ligera ventaja de precio y su mejor mando. Pero la cuestión son los juegos: si hay uno o dos exclusivos que te mueres por jugar, es mejor que compres esa consola en concreto; las diferencias de hardware no son lo suficientemente importantes aquí.