Desarrollado en los años 60 y 70 para tratar la enfermedad de Alzheimer, el método de validación es una terapia holística que se centra en la empatía y proporciona un medio para que las personas con la enfermedad se comuniquen. Su creadora, Naomi Feil, ofrece talleres en los que se enseñan valiosas técnicas para conectar con los seres queridos con Alzheimer, mejorar su dignidad y aportarles paz.
Aprenda más sobre el uso del Método de Validación para el Alzheimer.
Cómo empezó el Método de Validación
Naomi Feil, una trabajadora social para ancianos que empezó su carrera en los años 60, desarrolló el Método de Validación después de que se sintiera insatisfecha con las prácticas comunes en el trato con ancianos con Alzheimer. Así que ideó su propio método y publicó un libro sobre él, titulado «Validación: El método Feil», en 1982.
Otro libro, «The Validation Breakthrough», siguió en 1993. Además de los talleres que ofrece a través de su Instituto de Formación en Validación, Feil y su marido han producido varias películas y vídeos sobre el envejecimiento y la terapia.
La teoría de la validación hace hincapié en la empatía y la escucha. Considera que las personas con Alzheimer son únicas y valiosas y que se encuentran en la fase final de la vida.
Están intentando resolver asuntos pendientes para poder morir en paz. El trabajo del cuidador es ofrecer a estas personas un medio de expresión, verbal o no verbal.
Como explica ALZWellCaregiverSupport, la validación tiene que ver con las necesidades de la persona mayor. En lugar de ignorar o detener lo que podría considerarse un comportamiento irracional o ilógico, la validación ofrece alternativas. Se centra en el objetivo aquí y ahora y no pregunta por qué.
El método de validación en la práctica
Feil ofrece ejemplos de validación en la práctica:
El cuidador.
Un ejemplo plantea que un hijo adulto ayude a una madre a la que se le ha diagnosticado Alzheimer. La madre está convencida de que alguien está tirando sus pertenencias más preciadas, incluyendo álbumes de fotos y álbumes de recortes. Pero, en realidad, la madre está escondiendo estas cosas.
En lugar de discutir con la madre, un hijo adulto podría reformular la situación, ayudando a su madre a recordar su juventud de forma positiva: «Tu anillo de boda ha desaparecido. ¿Crees que te lo he robado?», «Era un anillo precioso», «¿Cómo os conocisteis papá y tú?»
El médico.
En un escenario, describe cómo podría responder un médico a una anciana que está convencida de que es su marido. Ella le pide que la lleve a casa.
En lugar de recetarle medicamentos para reducir la ansiedad y decirle que está equivocada, el Método de Validación recomienda que el médico corresponda a sus emociones con afirmaciones empáticas. Estas incluyen: «Le echas de menos», «Estabais muy unidos», «Quieres volver a tu casa. ¿Qué harías allí?»
¿Quién utiliza el Método de Validación?
Los cuidadores, los familiares, los auxiliares sanitarios a domicilio, las enfermeras, los médicos y los trabajadores sociales, por nombrar algunos, pueden beneficiarse del aprendizaje de las técnicas de validación. Aunque los profesionales advierten que se necesita tiempo para ver cambios en el comportamiento, la validación puede producir cambios positivos permanentes.
Dependiendo de la persona, esto puede significar menos llanto, ritmo o retraimiento; más comunicación no verbal y verbal; y un mayor sentido de autoestima.
A través de la empatía y el respeto, los profesionales de la validación ayudan a las personas con Alzheimer a sentirse escuchadas y apoyadas. Pueden recuperar la dignidad que su enfermedad les ha robado e, idealmente, sentir una mayor sensación de paz en su etapa final de la vida.