Celebra el Día Nacional del Buen Vecino!

El 28 de septiembre se celebra el Día Nacional del Buen Vecino. La Sra. Becky Mattson de Lakeside, Montana, tuvo la idea de crear una fiesta nacional que reconociera la importancia de los buenos vecinos en 1971. En 1978, el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, anunció la creación de un día nacional destinado a concienciar a la población de que los buenos vecinos ayudan a lograr el entendimiento humano y a construir comunidades fuertes y prósperas. Desde entonces, el Día Nacional del Buen Vecino ha sido reconocido por varios niveles de gobierno y se celebra cada año. La fiesta se celebraba originalmente el cuarto domingo de septiembre, pero en 2003 su fecha se cambió al 28 de septiembre.

Es una bendición tener un buen vecino, pero es aún más grande SER un buen vecino. Los buenos vecinos a menudo se convierten en amigos. Se cuidan mutuamente, se echan una mano y están ahí para aconsejar cuando se les pide. Los vecinos ofrecen esa taza de azúcar cuando nos falta, recogen nuestro correo cuando estamos de vacaciones, vigilan nuestras casas y a veces cuidan de nuestros hijos y nuestras mascotas. En pocas palabras, ser un buen vecino hace buenos vecinos y desarrolla amistades para toda la vida.

El Día Nacional del Buen Vecino es la ocasión perfecta para honrar a las personas que hacen contribuciones significativas para crear vecindarios más seguros y comunidades más fuertes en todo Estados Unidos.

Modo de celebrarlo

  • Llame a la puerta de un vecino mayor y simplemente dígale ¡HOLA!
  • Si no se ha presentado a los vecinos hoy es su oportunidad.
  • Haga algunos dulces y compártalos con sus vecinos.
  • Invite a sus vecinos a su casa para una comida o una barbacoa.
  • Realice un acto de bondad al azar para sus vecinos.
  • Pida a un vecino que le acompañe en un paseo por el barrio.
  • Ayude a un vecino mayor con una tarea o a llevarle a una cita

Quizás su vecino necesite ayuda con el césped o para preparar su casa para el otoño. Ofrézcase a echar una mano cortando el césped, rastrillando las hojas o colaborando con cualquier otro tipo de limpieza que necesiten.

Tal vez pueda reunir a todo el vecindario para celebrar una fiesta en el barrio, una barbacoa o una noche de juegos. Esto da a sus vecinos la oportunidad de compartir historias, risas y diversión, mientras se toman un descanso de la vida cotidiana. Si funciona bien, podría convertirse en una tradición habitual en el barrio.

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