Lanzar es un comportamiento totalmente normal de los niños
Los padres de Monti Kids se dirigen con frecuencia a nosotros y nos dicen «Mi hijo lanza sus juguetes en lugar de jugar con ellos». A su pequeño le encanta experimentar con la causa y el efecto, y lanzarlos es una forma estupenda de hacerlo.
Ofrecer alternativas a los lanzamientos
El mantra «libertad dentro de los límites» es una parte importante del método Montessori, y una forma estupenda de tratar comportamientos como los lanzamientos. Ofrezca opciones que permitan a su hijo seguir explorando esta habilidad de forma segura y respetuosa. Por ejemplo, dígale algo como «Veo que te entusiasma lanzar tus bolas de madera. Es peligroso lanzarlas dentro de casa, pero ¿te gustaría salir conmigo y lanzar otra cosa?». Si salir fuera no es una opción, puedes decir algo como «Lanzar cosas puede ser muy divertido, pero lanzar tus bolas de madera es peligroso. Si quieres seguir, puedes lanzar tu peluche contra esta pared porque es blando y no hará daño a nadie».
Provea a los niños pequeños libertad dentro de los límites
Intente atender a la curiosidad de su hijo y a su necesidad de aprender de la experiencia, al tiempo que establece un límite para cuándo y dónde es apropiado y seguro. Su pequeño está explorando, y si puede averiguar cómo satisfacer esta curiosidad en otro lugar, su hijo podrá relajarse, concentrarse mejor en las tareas y utilizar sus otros juguetes y materiales de la forma prevista. Permitir la libertad dentro de unos límites sentará una base importante cuando los límites sean aún más importantes (por ejemplo, «Puedes cruzar la calle siempre que me cojas de la mano», o «Puedes salir de tu asiento del coche, siempre que te quedes junto a la puerta hasta que vaya a buscarte»).
A los niños pequeños les gusta oír lo que pueden hacer:
En general, a su hijo pequeño le gusta oír lo que puede hacer. Lanzar es un incidente específico, pero este concepto se puede trasladar a muchos escenarios de la vida en los que puede encontrar a su hijo pequeño: trepar, correr, gritar, etc.
Su hijo vive en un mundo creado y dirigido por adultos. Durante este periodo en el que quieren ser más independientes y separarse psicológicamente de sus padres, es realmente un reto escuchar constantemente «no» o lo que «no hay que hacer». Guarda esas frases para los momentos en que realmente las necesites. Desafíese a cambiar lo que sugiere por lo que su hijo puede hacer en su lugar. A veces, darles un trabajo o una responsabilidad puede centrar su atención positivamente. «¿Quieres ir a arreglar esa almohada? Veo que se ha caído del sofá» o «¿Puedes abrir el armario para que pueda volver a poner los cereales en la estantería?». Esto demuestra a tu hijo que confías en él y aumenta su confianza.