El efecto Mozart es un término que los investigadores acuñaron en 1993. Describe cómo la exposición de los niños a la música de Amadeus Mozart, un compositor clásico del siglo XVIII, puede ayudarles en su desarrollo cognitivo.
El efecto Mozart subraya que tocar Mozart estimula el desarrollo del cerebro, mejora el coeficiente intelectual y estimula la creatividad de los niños. Tocar Mozart a su bebé incluso durante el embarazo puede ayudar a estimular el crecimiento de sofisticados senderos neuronales que ayudan al cerebro a procesar la información. Los bebés que están expuestos a Mozart en una etapa temprana de su vida pueden aprender a hablar y a oír con mayor rapidez y eficacia.
¿Hará Mozart que su bebé sea más inteligente y creativo?
El efecto Mozart saltó a la palestra por primera vez en 1993 cuando un estudio publicado en la revista Science descubrió que los niños que escuchaban la sonata de Mozart durante diez minutos mostraban una mejora significativa en las pruebas de razonamiento espacial que los que escuchaban otros sonidos de relajación.
A raíz de este estudio, las escuelas lúdicas de Estados Unidos empezaron a tocar Mozart a los niños. Las conclusiones del estudio llevaron incluso al estado sureño de Georgia a proporcionar a los bebés CDs de Mozart gratuitos.
El mismo estudio también examinó los efectos a largo plazo de Mozart en el cerebro de los bebés. Un grupo de participantes compuesto por bebés de 3 a 4 años recibió clases de teclado durante seis meses. Después de la clase de música, el rendimiento de los participantes en una prueba de razonamiento espacial mejoró en un 30 por ciento en comparación con los niños que recibieron formación con ordenadores o no recibieron ninguna formación durante el mismo tiempo. Este hallazgo subrayó aún más la importancia de la música en el desarrollo cognitivo de los niños.
Otro estudio investigó los efectos de Mozart en ratas. Durante la investigación, las ratas fueron expuestas a Mozart antes y después del nacimiento. Las ratas participantes encontraron el camino al final de un laberinto más rápidamente que las ratas que no fueron expuestas a Mozart.
Los beneficios de Mozart para los bebés
Mozart puede utilizarse para entrenar el cerebro para tipos específicos de pensamiento y razonamiento en los bebés. Después de escuchar música clásica como la de Mozart, los bebés pueden realizar ciertas tareas espaciales de forma eficaz y más rápida, como resolver un rompecabezas. Pero, ¿cómo ocurre esto?
Existe un drástico parecido entre las vías de la música clásica en el cerebro y las vías neuronales que utilizamos para el razonamiento espacial. Cuando nos exponemos a la música clásica, especialmente a Mozart, las vías espaciales del cerebro se estimulan y se preparan para su uso. Esta estimulación hace que la mente sea más activa, lo que conduce a una mayor inteligencia.
Lección de música y razonamiento espacial
La lección de música, especialmente el aprendizaje de un instrumento, deja efectos a largo plazo en el desarrollo del cerebro y el razonamiento espacial. Muchos estudios investigaron el impacto de las lecciones de piano en los niños y su capacidad para resolver rompecabezas. Los resultados sugieren que las clases de música ayudan a los niños a realizar tareas espaciales con mayor eficacia y rapidez. La razón de que esto ocurra es que tocar instrumentos crea nuevas vías mentales.
¿Por qué la música clásica?
La música clásica es más complicada que la música como el country y el rock. Cuando los bebés de tan sólo tres meses escuchan música clásica como Mozart, pueden captar la sofisticada estructura e incluso distinguir los medleys de música clásica que han escuchado antes.
Es la compleja estructura de Mozart y de otras músicas clásicas lo que hace que el cerebro de los bebés sea más inteligente y listo. Esto significa que exponer a los bebés a la música clásica deja efectos diferentes en el cerebro que cuando se les expone a otras formas de música. Aunque escuchar cualquier música es beneficioso para los niños, la música clásica deja resultados más efectivos en el cerebro y el estado de ánimo de los bebés.
El cerebro funciona como resultado de la red neuronal y las sinapsis. Las neuronas y las sinapsis se desarrollan rápidamente después del nacimiento y esperan a ser estimuladas para crear conexiones. Una red neuronal activa sólo se forma debido a un estímulo específico. Cuando todas las áreas del cerebro se ceban, se crean nuevas redes neuronales y las conexiones cerebrales crecen en compacidad.
La música clásica, como la de Mozart, es la mejor manera de desencadenar la formación de conexiones neuronales. Los estudios ya han descubierto que el cerebro de un bebé se desarrolla al 90 por ciento de su capacidad adulta durante los dos primeros años tras el nacimiento. Las conexiones neuronales que se forman durante este periodo afectan a toda la vida del individuo.