La violencia doméstica y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) van de la mano. Desgraciadamente, la violencia familiar es una de las principales causas de TEPT, y ocurre con demasiada frecuencia. De hecho, la violencia doméstica es terriblemente común.
Estadísticas recientes indican que:
- En los EE.UU., hasta 1 de cada 4 mujeres adultas y 1 de cada 7 hombres adultos serán víctimas de violencia física grave a manos de su pareja durante su vida.
- Durante los próximos 60 segundos, hasta 24 adultos de los EE.Durante los próximos 60 segundos, hasta 24 adultos estadounidenses serán víctimas de agresiones físicas, sexuales o de acoso cada minuto.
- Hasta el 15% de las mujeres y el 4% de los hombres de EE.UU. han sufrido lesiones físicas a causa de la violencia de su pareja en su vida.
- Aproximadamente entre el 30 y el 60% de las parejas violentas también maltratan a los niños del hogar.1
Los hombres y mujeres que han sido víctimas de abuso o violencia doméstica tienen un alto riesgo de desarrollar TEPT porque cada experiencia violenta puede considerarse un trauma.
El trauma se produce cuando estamos expuestos a situaciones que son incontrolables, que se sienten como una amenaza para la vida y que superan las capacidades de afrontamiento. La violencia doméstica se produce cuando uno de los miembros de la pareja asume un mayor control sobre los demás miembros de la familia y les inflige ansiedad, estrés, amenazas, coerción, tácticas de miedo, peligro implícito, control financiero e incluso daño físico real. Con estas definiciones, es fácil ver cómo la violencia doméstica puede causar síntomas de trauma duraderos.
¿Son las personas que tienen TEPT más propensas a volverse violentas?
La violencia y el conflicto familiar a menudo operan en un ciclo. Estos patrones de comportamiento pueden hacer que te preguntes qué problema ocurrió primero y por qué. Los estudios demuestran que las personas que experimentan violencia familiar a una edad temprana son mucho más propensas a ser víctimas o autores de violencia de pareja más adelante que la población general.2
Un historial familiar de violencia doméstica no es el único indicador de que puede haber problemas. Las personas que luchan con un TEPT no tratado que adquirieron en la edad adulta pueden estar más tentadas a actuar con ira o a tratar de controlar las situaciones por ansiedad. El TEPT puede preparar el terreno para que comience la violencia.
Sin embargo, es importante señalar que las investigaciones muestran claramente que la mayoría de las personas a las que se les ha diagnosticado un TEPT no se involucran en la violencia. Al final, todos podemos elegir nuestros propios actos.3
No hay excusa para la violencia doméstica. La violencia contra cualquier persona no es aceptable. Los intentos de controlar a otras personas tampoco es un comportamiento aceptable. Dicho esto, las personas con un TEPT no tratado pueden arremeter, ya que la irritabilidad, los flashbacks, la incapacidad de confiar en los demás y los cambios de humor son síntomas del TEPT.
Por lo tanto, es increíblemente importante que cualquier persona que tenga un historial de trauma tome la sabia decisión de buscar tratamiento y apoyo lo antes posible. El TEPT es tratable, y es posible romper los patrones de comportamiento, sin importar cuánto tiempo hayan estado activos.
Cómo nos cambia el TEPT
Si ha experimentado un trauma, es posible que haya experimentado varios cambios físicos, psicológicos y emocionales después de lo ocurrido. Estos efectos pueden apoderarse de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos sin el apoyo de otras personas y el tratamiento del trauma.
Los científicos no están seguros de por qué algunas personas desarrollan el trastorno por estrés agudo y el TEPT mientras que otras no. Es difícil identificar en qué medida nos cambia el trauma, porque cada persona tiene sus propias experiencias vitales y personalidades. Lo que puede devastar a una persona puede ser manejable para otra. Lo que sí sabemos es que el TEPT no tiene nada que ver con la «debilidad». Tiene mucho que ver con la forma fisiológica en que nuestros cerebros están conectados.
Las personas que no hablan del tema, o no tienen amigos y familiares, grupos de apoyo u otros recursos útiles para abordar y superar el trauma pueden ser más propensas a desarrollar el TEPT. La comunidad ayuda. El TEPT nos aísla, porque es una reacción al trauma; las personas a las que se les ha diagnosticado este trastorno a menudo luchan por confiar en la gente después de haber sido heridas, pero es importante superar ese miedo y aceptar la conexión y la comunidad de las personas que se preocupan.
Cómo la violencia doméstica puede causar TEPT
Si ha sufrido abusos físicos o psicológicos, entonces ha experimentado un evento traumático. El asesoramiento y el apoyo pueden ayudar a prevenir el TEPT antes de que comience. Sin tratamiento, los pensamientos, miedos y sentimientos asociados con el abuso pueden seguir causando recuerdos, pesadillas y otros síntomas de TEPT.
Los síntomas comunes del TEPT incluyen:
- Hiperexcitación o sentirse constantemente al límite
- Un fuerte deseo de evitar a las personas, los lugares y las cosas que le recuerdan el trauma
- Sentirse incómodo, incluso sentirse emocionalmente insensible
- Aislarse de los demás y de la interacción social
- En algunos casos, un deseo de adormecer los sentimientos con conductas de distracción o consumo de sustancias
Ser víctima de la violencia doméstica puede causar tanto miedo, estrés, ira, preocupación y confusión que incluso la persona más fuerte puede perder la capacidad de confiar o incluso querer estar en relaciones con los demás.
Ayuda para la recuperación de las víctimas de la violencia doméstica
Si actualmente está viviendo una situación peligrosa y necesita ayuda para ponerse a salvo, póngase en contacto con la Línea Nacional de Violencia Doméstica inmediatamente en el 1-800-799-7233.
Si usted o un ser querido está luchando con los efectos de la violencia doméstica y el trauma del pasado, podemos ayudar. Oso Negro ofrece atención integral para los diagnósticos concurrentes, como la adicción y el TEPT. El primer paso para la recuperación comienza cuando usted acepta el apoyo de los demás.