‘V de Vendetta’: 10 cosas que (probablemente) no sabías sobre la polémica película

Por Gary Susman, publicado el 16 de marzo de 2016

«V de Vendetta» sólo ha llegado a parecer más profética en la década transcurrida desde su estreno el 17 de marzo de 2006.

La adaptación de la novela gráfica de Alan Moore y David Lloyd, protagonizada por Hugo Weaving y Natalie Portman en el papel de un anarquista vengativo y su protegido que luchan contra un gobierno fascista en una Inglaterra de un futuro cercano, resultó ser el mayor éxito comercial y de crítica para los productores Wachowski desde «Matrix». También popularizó la máscara de Guy Fawkes, que ha sido una de las favoritas de los manifestantes de la vida real en todo el mundo.

Aunque la película se convirtió en un icono, «Vendetta» se topó con numerosos obstáculos durante su producción, y con muchas controversias tras su estreno. Aquí hay diez cosas que debes saber sobre la película favorita de los fans.1. Después de hacer tres películas de «Matrix», Andy y Larry Wachowski (ahora Lilly y Lana, respectivamente) desempolvaron un guión para «Vendetta» que habían escrito años antes, antes de tener la influencia para hacerla. Como querían descansar de la dirección, produjeron la película, pero cedieron la silla de director a James McTeigue, que había sido su primer ayudante de dirección en las películas de «Matrix».

2. James Purefoy fue elegido para el papel de V, pero abandonó la película a las seis semanas de la producción porque tenía dificultades para realizar toda su actuación detrás de una máscara. El villano de «Matrix», Weaving, le sustituyó y dijo que se basó en el entrenamiento de máscaras que había hecho en la escuela de teatro.3. A Portman, cuya huérfana Evey es rescatada y adoctrinada por V, le afeitan la cabeza en la película. Y Portman se afeitó de verdad ante la cámara.

4. Portman ya había trabajado con McTeigue, cuando éste fue el primer director de fotografía de «Star Wars: Episodio II — El ataque de los clones».

5. Muchas escenas en interiores se filmaron en el estudio Babelsberg de Alemania, donde Fritz Lang rodó la emblemática «Metrópolis» -otra historia de una futura revuelta clandestina contra la opresión- casi 80 años antes.6. El clímax de la película (en la foto), que implica a miles de rebeldes enmascarados marchando en la zona de Whitehall de Londres, requirió que el barrio fuera desalojado después de la medianoche durante cuatro noches de rodaje. Era la primera vez que ocurría en el distrito, donde se encuentran Trafalgar Square, la residencia del primer ministro y las Casas del Parlamento. El coprotagonista Stephen Fry bromeó diciendo que el asistente de producción Euan Blair, hijo del entonces primer ministro Tony Blair, movió los hilos para conseguir las autorizaciones necesarias.

7. La película terminada también fue criticada por puntos de la trama que parecían hacerse eco de los atentados del metro de Londres, que ocurrieron mientras se editaba la película en 2005. «Hay sucesos trágicos que no se pueden aprobar de ninguna manera», dijo McTeigue sobre los momentos en los que la vida imita al arte de la película. «Pero lo interesante de esta película es que plantea preguntas sobre por qué suceden estas cosas». 8. Al igual que hizo con otros proyectos cinematográficos basados en sus escritos, como «From Hell» y «The League of Extraordinary Gentlemen» (y más tarde, «Watchmen»), Alan Moore renegó de la película, pidió que se eliminara su nombre de los créditos y se negó a aceptar derechos de autor. Moore se quejó de que el guión, en el que no había tenido nada que ver, había Hollywoodizado su historia y convertido lo que había sido una jeremiada contra el régimen de Margaret Thatcher en una alegoría estadounidense sobre George W. Bush.

9. La película costó 54 millones de dólares. Recuperó 70,5 millones de dólares en Estados Unidos y otros 62 millones en el extranjero.10. Las máscaras de Guy Fawkes diseñadas por Lloyd para el libro -y la película- se convirtieron en un símbolo y en una herramienta querida por los manifestantes de todo el mundo. Fueron especialmente destacadas durante las protestas de Occupy Wall Street en 2011. La máscara de Guy Fawkes se ha convertido en una marca común y en una pancarta conveniente para protestar contra la tiranía», observó Lloyd, que visitó la sentada de OWS en el Parque Zuccotti de Nueva York y vio su obra de cerca, «y estoy contento de que la gente la use».

Aún así, algunos manifestantes anticorporativos se quejaron de que la compra de las máscaras era contraproducente, ya que sólo ponía dinero de los derechos en los bolsillos de la gigantesca corporación Time Warner.