Cualquier adulto que haya nacido con orejas grandes, deformadas o prominentes puede decir que las orejas «de aspecto gracioso» rara vez escapan a la atención de los demás. En la infancia, las orejas deformes son un blanco fácil de las burlas, y no es raro que los niños mayores, e incluso los adultos, busquen una cirugía reconstructiva para poner fin a las burlas.
Mucha de esa angustia podría evitarse si las orejas deformes se identifican poco después del nacimiento y los padres son remitidos a un experto. Los procedimientos actuales incluyen un dispositivo suave que puede colocarse en la oreja del niño para remodelarla en sólo seis semanas, dice la doctora Justine C. Lee, titular de la Cátedra de Biología Craneofacial Bernard G. Sarnat, de la División de Cirugía Plástica & Reconstructiva de la UCLA. La pega es que el procedimiento funciona mejor si el bebé se trata en las primeras semanas de vida, mientras el cartílago es maleable. «Las orejas deformadas son un problema común y pueden estar infradiagnosticadas», dice el Dr. Lee. «Hay varios tipos de anomalías en las orejas. Algunos defectos, como la microtia, están relacionados con cuestiones congénitas y con problemas de audición. Los pacientes con microtia suelen tener una cantidad deficiente de cartílago y necesitarían una reconstrucción de la oreja con injertos de cartílago.» Otras anomalías, explica, están relacionadas con una forma anormal del cartílago; estas anomalías de las orejas son susceptibles de remodelación del cartílago.
Las orejas deformadas no son un problema importante para un bebé, «pero cuando estos niños crecen y están rodeados de compañeros, puede causar problemas de autoestima», dice el Dr. Lee. «He tenido pacientes que vienen a verme más tarde y me dicen: ‘Se han burlado de mí toda la vida, y hace tiempo que quiero hacerme una cirugía reconstructiva'». Un procedimiento sencillo y no quirúrgico en la infancia es mucho más preferible que una costosa cirugía reconstructiva en la edad adulta, dice, y añade que los padres deben ponerse en contacto con su compañía de seguros para informarse sobre la cobertura. Antes del nuevo sistema de remodelación, los médicos utilizaban un material blando para crear un molde de oreja que se pegaba a la oreja del bebé. Los padres tenían que cambiar la cinta a menudo y era difícil mantener el dispositivo bien pegado a la oreja. «Funcionaba bien, pero como es un poco molesto, hay más posibilidades de que los padres se den por vencidos y lo dejen pasar», dice el Dr. Lee.
El procedimiento más reciente, que realizan el Dr. Lee y otros cirujanos de la División de Cirugía Plástica &Reconstructiva de la UCLA, consiste en un dispositivo de silicona que se fija de forma segura a la oreja del niño. El dispositivo se retira y se vuelve a pegar a intervalos de dos semanas para que el médico pueda controlar el progreso. Aunque el dispositivo puede amortiguar mínimamente la audición, no es doloroso y no interfiere en el aprendizaje y el desarrollo del bebé. El dispositivo es muy eficaz para remodelar los oídos si se utiliza en las tres primeras semanas de vida, pero sólo es eficaz en un 50 por ciento en un bebé de dos meses de edad, dice el Dr. Lee.
«Con cualquier tipo de procedimiento, aunque éste no sea invasivo, los mejores resultados los obtienen los cirujanos con amplia experiencia en anomalías del oído externo, como las orejas deformadas, las orejas prominentes y la microtia», dice el Dr. Lee.
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