una introducción a los arenos (hidrocarburos aromáticos)

El metilbenceno hierve a 111°C. Es una molécula más grande, por lo que las fuerzas de dispersión de Van der Waals serán mayores.

El metilbenceno también tiene un pequeño dipolo permanente, por lo que habrá atracciones dipolo-dipolo además de fuerzas de dispersión. El dipolo se debe a la tendencia del grupo CH3 a «alejar» los electrones de sí mismo. Esto también afecta a la reactividad del metilbenceno (véase más adelante).


Puntos de fusión

Se podría haber esperado que el punto de fusión del metilbenceno fuera también más alto que el del benceno, pero no es así: ¡es mucho más bajo! El benceno se funde a 5,5°C; el metilbenceno a -95°C.

Las moléculas deben empaquetarse eficazmente en el sólido si quieren aprovechar al máximo sus fuerzas intermoleculares. El benceno es una molécula ordenada y simétrica que se empaqueta de forma muy eficiente. El grupo metilo que sobresale en el metilbenceno tiende a interrumpir el empaquetamiento. Si las moléculas no se empaquetan tan estrechamente, las fuerzas intermoleculares no funcionan tan bien y, por tanto, el punto de fusión desciende.


Solubilidad en agua

Los arenos son insolubles en agua.

El benceno es bastante grande comparado con una molécula de agua. Para que el benceno se disuelva tendría que romper muchos enlaces de hidrógeno existentes entre las moléculas de agua. También tiene que romper las fuerzas de dispersión de Van der Waals, bastante fuertes, entre las moléculas de benceno. Ambas cosas cuestan energía.

Las únicas fuerzas nuevas entre el benceno y el agua serían las fuerzas de dispersión de van der Waals. Éstas no son tan fuertes como los enlaces de hidrógeno (o las fuerzas de dispersión originales en el benceno), por lo que no se liberaría mucha energía al formarse.

Simplemente no es energéticamente rentable que el benceno se disuelva en el agua. Por supuesto, sería aún peor para moléculas de areno más grandes.


Reactividad

Benceno

Ya se ha señalado anteriormente que el benceno es resistente a las reacciones de adición. Para añadir algo nuevo al anillo sería necesario utilizar algunos de los electrones deslocalizados para formar enlaces con lo que se está añadiendo. En cambio, el benceno se somete principalmente a reacciones de sustitución, es decir, a la sustitución de uno o varios átomos de hidrógeno por algo nuevo. Esto deja los electrones deslocalizados como estaban.

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