Los grandes tiburones blancos pueden ser feroces depredadores, pero uno de estos gigantescos peces sobrestimó su capacidad de caza cuando se abalanzó sobre una tortuga marina y luego se ahogó hasta morir, según un pescador de atún cerca de Japón que describió el incidente.
Es probable que este episodio sea poco frecuente, ya que si bien es poco común que los tiburones blancos (Carcharodon carcharias) se atraganten con sus presas, es aún más raro que se atraganten con su comida si se trata de una tortuga marina, dijo Christopher Lowe, director del Laboratorio de Tiburones de la Universidad Estatal de California, en Long Beach, quien no estuvo involucrado en el caso.
Sin embargo, esto no se debe a que las tortugas marinas caigan fácilmente, sino a que los reptiles son excepcionalmente buenos para evitar a los tiburones blancos, dijo Lowe.
«Las tortugas marinas, cuando saben que los tiburones blancos están cerca y los tiburones blancos se acercan a ellas, tienen este comportamiento en el que dan la espalda y apuntan sus caparazones hacia ellos – van de lado», dijo Lowe a Live Science. «Este truco de giro lateral suele ser suficiente para disuadir a los tiburones blancos de que se acerquen a las tortugas marinas. La única forma en que un tiburón podría capturar con éxito una tortuga marina sería acercándose sigilosamente a ella, dijo Lowe. Si la tortuga no presta atención, o si la tortuga está enferma o herida, entonces es el día del juicio final para la tortuga.
Pero en este caso, fue el telón de fondo para el tiburón, también.
El pescador Greg Vella escribió sobre el incidente en un post de Facebook el 19 de abril (junto con fotos de la bestia), diciendo: «Escuché charlas en la radio que había un tiburón blanco nadando con una gran tortuga marina en la boca. La gente empezó a bromear al respecto, así que no le presté más atención».
Al día siguiente, sin embargo, el tiburón «fue encontrado muerto, cerca de los receptores de cebo, enredado en unas redes», escribió Vella. «Los capitanes a los que entrevisté, que vieron al poderoso tiburón el día anterior, dijeron que parecía estar a punto de morir, ya que no podía desalojar a la gigantesca tortuga».
Una vez que la presa se atasca en su garganta, los tiburones tienen poco recurso, «porque no pueden moverse hacia atrás para extraerla y no tienen manos para sacarla», dijo Lowe.
Y no sólo las tortugas pueden atascarse. Los tiburones que se alimentan de peces puercoespín -que son puntiagudos y pueden inflarse con agua- pueden encontrar sus bocas completamente bloqueadas, lo que también puede bloquear el agua que fluye sobre sus branquias.
«Los tiburones blancos se encuentran entre las pocas especies de tiburones que deben nadar para respirar, manteniendo la boca abierta, lo que permite que el agua de mar fresca y rica en oxígeno fluya hacia dentro y sobre sus branquias», dijo Andrew Nosal, profesor adjunto de ciencias ambientales y oceánicas en la Universidad de San Diego, que no participó en el caso del gran blanco. «Cualquier cosa que obstruya este flujo unidireccional podría hacer que el tiburón se asfixiara y muriera».
Es sorprendente oír hablar de un gran blanco que se come una tortuga marina, dijo Nosal, porque los tiburones tigre – «que tienen dientes distintivamente curvados y aserrados que son muy eficaces para cortar la carne, el hueso y otras sustancias duras, como los caparazones de las tortugas»- son conocedores más típicos de estas criaturas.
«Las tortugas marinas son mucho menos comunes en la dieta de los tiburones blancos», dijo Nosal a Live Science.
Sin embargo, se sabe que los tiburones blancos se atragantan con otras presas, incluidos los elefantes marinos, dijo a Live Science David Ebert, científico especializado en tiburones y director del Centro de Investigación de Tiburones del Pacífico en los Laboratorios Marinos de Moss Landing en California. Incluso hay un caso de un tiburón de Groenlandia que se atragantó con un alce. (Por suerte, dos canadienses salvaron al tiburón. El alce ya estaba muerto.)
Sin embargo, en este caso nadie tuvo un final feliz: ni el tiburón, ni la tortuga y ni siquiera los espectadores que presenciaron el espectáculo. «Los comerciales estaban desanimados, ya que los tiburones blancos no molestan a su pesca comercial, y sin duda molestan a los que se comen nuestras capturas», escribió Vella. «El tiburón pesaba 4.500 libras .»
Nota del editor: Live Science ha sabido hoy (26 de abril) que las fotos de este post de Facebook pueden haber sido publicadas por primera vez en línea en agosto de 2015. Según un post de 2015 en un blog japonés sobre tiburones, el tiburón probablemente regurgitó su última comida justo antes de morir. Si ese es el caso, entonces este tiburón en particular no se ahogó con una tortuga marina.
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Publicado originalmente en Live Science.
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