Identificar y corregir los factores predisponentes de la estomatitis aftosa recurrente (EAR). Asegúrese de que los pacientes se cepillan de forma atraumática (p. ej., con un cepillo de dientes suave y de cabeza pequeña) y evite el consumo de alimentos especialmente duros o afilados (p. ej., tostadas, patatas fritas) y otros traumas en la mucosa oral.
Se debe evitar el SLS si está implicado como factor predisponente. Cualquier deficiencia de hierro o vitaminas debe corregirse una vez que se haya establecido la causa de dicha deficiencia. Si se establece una relación evidente con determinados alimentos, éstos deben excluirse de la dieta. Las pruebas de parche pueden estar indicadas para revelar alergias. La paciente ocasional que relaciona las úlceras con su ciclo menstrual o con el uso de un anticonceptivo oral puede beneficiarse de la supresión de la ovulación con un progestágeno o de un cambio en el anticonceptivo oral.
En la mayoría de los casos, la historia natural de la EAR es de remisión final. Sin embargo, en algunos pacientes, la remisión se produce espontáneamente varios años después; por lo tanto, el tratamiento está indicado en estos pacientes si las molestias son importantes. El alivio del dolor y la reducción de la duración de la úlcera son los principales objetivos del tratamiento. Existe una enorme gama de supuestos o posibles remedios disponibles, pero las pruebas objetivas muestran la mayor eficacia de los corticosteroides y los antimicrobianos utilizados por vía tópica.
Los corticosteroides tópicos (CT) siguen siendo los pilares del tratamiento. Se puede utilizar un espectro de diferentes CT. En el mejor de los casos, los CT reducen los síntomas dolorosos pero no la tasa de recurrencia de la úlcera. Los preparados más utilizados son los siguientes:
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Granulado de hemisuccinato de hidrocortisona (Corlan), 2.5 mg utilizados 4 veces al día
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Acetónido de triamcinolona en pasta de carboximetilcelulosa (Adcortyl en Orabase , Kenalog), administrado 4 veces al día
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Fosfato sódico de betametasona como comprimido de 0.5-mg disuelto en 15 mL de agua para hacer un enjuague bucal, utilizado 4 veces al día durante 4 minutos cada vez
Los preparados de hidrocortisona y triamcinolona son populares porque ninguno de ellos causa una supresión suprarrenal significativa; sin embargo, las úlceras siguen siendo recurrentes.
La betametasona, la fluocinonida, la fluocinolona, la fluticasona y el clobetasol son más potentes y eficaces que la hidrocortisona y la triamcinolona, pero conllevan la posibilidad de cierta supresión suprarrenal y una predisposición a la candidiasis.
Otros medicamentos tópicos que pueden reducir las molestias son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) diclofenaco y la pasta de amlexanox; se ha comprobado que este último acorta el tiempo de curación de las aftas menores. Hacer buches tres o cuatro veces al día con el llamado «enjuague bucal mágico» (MMW) también puede ofrecer cierto alivio del dolor. El MMW puede obtenerse en varias formulaciones, un ejemplo es el siguiente:
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Una parte de lidocaína viscosa al 2%
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Una parte de Maalox (no sustituir por Kaopectate)
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Una parte de difenhidramina (12.5 mg por 5 mL)
El colutorio de clorhidrato de bencidamina, aunque no es más beneficioso que el placebo, puede producir un alivio transitorio del dolor. El gluconato de clorhexidina y los enjuagues bucales bioadhesivos (Gelclair) reducen la gravedad y el dolor de la ulceración, pero no la frecuencia.
Las tetraciclinas tópicas pueden reducir la gravedad de la ulceración, pero no alteran la tasa de recurrencia. Una cápsula de doxiciclina de 100 mg en 10 mL de agua administrada como enjuague bucal durante 3 minutos o tetraciclina 500 mg más nicotinamida 500 mg administrada 4 veces al día puede proporcionar alivio y reducir la duración de la úlcera. Evitar las tetraciclinas en los niños menores de 12 años, que podrían ingerirlas y desarrollar manchas en los dientes.
Si la EAR no responde a las medidas locales, pueden ser necesarios inmunomoduladores sistémicos. Se ha sugerido un amplio espectro de agentes como beneficiosos, pero se han realizado pocos estudios para evaluar la eficacia de estos fármacos (o sus efectos adversos son significativos). La talidomida 50-100 mg diarios es eficaz contra la EAR grave, aunque las úlceras tienden a reaparecer en 3 semanas. La teratogenicidad, la neuropatía y otros efectos adversos disuaden a la mayoría de los médicos de su uso.
La vitamina B-12 oral puede reducir significativamente o eliminar las recurrencias del SRA. Por ejemplo, en un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo realizado por Volkov y cols. se observó que en los pacientes que tomaban 1000 μg de vitamina B-12 sublingual diariamente durante 6 meses, se producía una disminución significativa del número de úlceras y del nivel de dolor, así como de la duración de los brotes, a los 5 y 6 meses, independientemente de los niveles iniciales de B-12 en sangre de los pacientes. Además, durante el sexto mes de tratamiento, el 74,1% de los pacientes que tomaban B-12 alcanzaron el «estado de no aftas», en comparación con el 32,0% de los pacientes del grupo de control.
Pocos, o ninguno, de los otros medicamentos utilizados para la EAR han sido sometidos a una evaluación científica seria. Entre ellos se encuentran el aloe vera, los biológicos, el factor de transferencia, la terapia con gammaglobulina, las pastillas de cromoglicato sódico, la dapsona, la colchicina, la pentoxifilina, el levamisol, la colchicina, la azatioprina prednisolona, azelastina, interferón alfa 2, ciclosporina, regaliz deglicerinado, ácido 5-aminosalicílico (5-ASA), prostaglandina E2 (PGE2), sucralfato, diclofenaco y aspirina.
Un ensayo aleatorizado, a ciegas y controlado con placebo realizado por Albrektson et al. indicó que la terapia con láser de baja intensidad puede aliviar el dolor de la EAR. El estudio, en el que participaron 40 pacientes con SRA, también descubrió que a los pacientes que recibieron el tratamiento con láser les resultó más fácil comer, beber y cepillarse los dientes que a los pacientes con placebo.