El cerebro es un órgano complejo del cuerpo humano, que contribuye a muchos aspectos diferentes de nuestra constitución mental y física. Si algo no está funcionando correctamente dentro del cerebro, usted puede tener dificultades con ciertas tareas o actividades en su vida diaria. Un ejemplo es el trastorno de la función ejecutiva, que afecta a un número de personas y hace que sea difícil para ellos trabajar hacia las metas y lograr el éxito. En NeuroHealth Arlington Heights, usted puede ser probado para el trastorno de la función ejecutiva, así como determinar los próximos pasos si usted lucha con este trastorno.
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¿Qué es el trastorno de la función ejecutiva?
Imagen a través de Flickr por woodleywonderworks.
Las habilidades de la función ejecutiva permiten a las personas centrar su atención, gestionar múltiples tareas, planificar y recordar instrucciones. Estas habilidades se dividen en dos grupos principales, que son la regulación y la organización. La regulación se refiere a la capacidad de tener en cuenta el entorno y alterar el comportamiento o las acciones en respuesta al mismo. La organización se refiere a la capacidad de reunir información y de evaluarla y estructurarla.
La falta de estas habilidades, conocida como trastorno de la función ejecutiva o disfunción ejecutiva, dificulta la planificación, la resolución de problemas y la gestión del tiempo. Tanto los adultos como los niños pueden verse afectados por este trastorno, aunque es especialmente frecuente en quienes padecen el trastorno por déficit de atención (TDA) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). De hecho, según ADDitude, una revista online centrada en el TDAH, hasta el 90% de los niños con TDAH tienen problemas con las habilidades de la función ejecutiva.
El trastorno de la función ejecutiva puede dificultar la realización de una amplia gama de tareas relacionadas con el trabajo y la escuela, así como el mantenimiento de relaciones positivas y saludables. Si tiene este trastorno, es posible que le resulte difícil cambiar su enfoque, recordar detalles, realizar varias tareas a la vez, gestionar su tiempo o completar tareas basadas en la experiencia previa.
¿Qué causa el trastorno de la función ejecutiva?
El trastorno de la función ejecutiva no tiene una única causa. Una persona puede nacer con una capacidad deficiente de la función ejecutiva, aunque esto no suele ser evidente hasta que llega a una edad en la que se espera de ella ciertas habilidades. Otros trastornos del cerebro también pueden afectar a las habilidades de la función ejecutiva, como los problemas de aprendizaje, el TDA, el TDAH y la depresión. Las lesiones físicas también pueden causar una disminución de estas habilidades, como los accidentes cerebrovasculares y las lesiones cerebrales traumáticas, así como la enfermedad de Alzheimer.
Síntomas del trastorno de la función ejecutiva
Dado que el trastorno de la función ejecutiva es común en los menores de 18 años, es útil entender algunos de los síntomas más comunes del trastorno de la función ejecutiva en los niños para evaluar si usted o un ser querido pueden estar tratando con él. Los niños suelen tener problemas para organizar sus materiales, sobre todo en un ambiente de aprendizaje. Pueden extraviar los deberes o los libros de texto. Otro síntoma es la dificultad para establecer y mantener los horarios. Mantener un dormitorio ordenado o manejar una tabla de tareas diarias podría ser una lucha.
Síntomas adicionales de la disfunción ejecutiva en los niños incluyen quedarse atascado en una solución a un problema, en lugar de venir con ideas adicionales, distraerse fácilmente, ser disruptivo en clase, y luchar con las instrucciones que tienen múltiples pasos. Cuando se trata de este trastorno, los niños pueden enfadarse cuando las cosas no salen como ellos quieren, tener problemas para terminar una tarea o luchar con la procrastinación, especialmente en tareas que no disfrutan, como los deberes o las tareas domésticas.
En los niños, los signos del trastorno de la función ejecutiva suelen ser más pronunciados en la transición de la escuela primaria a la secundaria o a la escuela media, o de la escuela media a la secundaria. Durante este periodo del proceso educativo, las expectativas y la carga de trabajo tienden a aumentar. Cuando un niño o adolescente tiene dificultades para completar una tarea o alcanzar un objetivo, la lucha se hace más pronunciada durante este período.
En los adultos, los síntomas del trastorno de la función ejecutiva son similares, aunque pueden extraviar objetos importantes, como llaves, carteras y teléfonos móviles. Los adultos con este trastorno también pueden tener dificultades para mantener sus espacios vitales limpios y organizados. Dado que el funcionamiento ejecutivo se refiere a las capacidades mentales y cognitivas que permiten a los individuos realizar acciones que los dirigen a lograr objetivos, todo lo relacionado con el establecimiento y la consecución de objetivos se vuelve más difícil.
Tratamiento del trastorno de la función ejecutiva
Antes de tratar el trastorno de la función ejecutiva, los profesionales de NeuroHealth Arlington Heights realizarán una prueba neuropsicológica, que está disponible para personas de todas las edades. Es importante señalar que no administramos exactamente la misma prueba a todas las personas que presentan ciertos síntomas o preocupaciones. En cambio, trabajamos con cada paciente de forma individual para entender sus problemas y crear un plan que funcione. Tampoco creemos en el uso de medidas basadas en el currículo a la hora de realizar las evaluaciones. Los miembros de nuestro equipo adoptan un enfoque más deductivo de la evaluación, adaptando la prueba a las necesidades individuales. También podemos convertirnos en su defensor cuando se trata de manejar las expectativas relacionadas con la escuela.
Después de diagnosticar el trastorno, podemos empezar a trabajar con usted o su hijo para elaborar un plan para tratar los problemas de la función ejecutiva. Una de las opciones de tratamiento más comunes es el uso de terapeutas y tutores para identificar las áreas problemáticas y averiguar cómo trabajar de forma más eficaz en torno a ellas. Los profesionales que participan en este tipo de tratamiento pueden ser terapeutas ocupacionales, tutores de lectura, psicólogos y logopedas.
Otro enfoque de tratamiento es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que suele utilizarse junto con la medicación para tratar otras afecciones, como el TDA o el TDAH. Este enfoque suele tener más éxito con los niños mayores y los adolescentes, ya que los más pequeños tienen problemas para alterar su comportamiento de forma demasiado drástica.
También es útil rediseñar el entorno en el que el individuo afectado estudia, aprende o trabaja. Este proceso puede incluir herramientas de memoria externas, como notas adhesivas, símbolos, tarjetas o listas, que les ayuden a mantenerse en la tarea y concentrados. En los niños, la motivación externa también puede ayudar, como un sistema de puntos o un boletín de notas.
En NeuroHealth Arlington Heights, nuestro objetivo es ayudar a aquellos que luchan con el trastorno de la función ejecutiva para que puedan alcanzar sus objetivos y vivir una vida feliz y exitosa. Podemos proporcionar las pruebas, el tratamiento y otros recursos diseñados para beneficiar a aquellos que tratan con este trastorno y quieren mejorar sus habilidades.
Obtenga la ayuda que se merece poniéndose en contacto con nosotros hoy. Nos aseguraremos de que las pruebas, el diagnóstico y los servicios de tratamiento avancen sin problemas.
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