Articulación de Charcot
La articulación de Charcot, también llamada artropatía neuropática, se produce cuando una articulación se rompe debido a un problema con los nervios. Este tipo de neuropatía se produce con mayor frecuencia en el pie.
En un caso típico de articulación de Charcot, el pie ha perdido la mayor parte de la sensibilidad. La persona ya no puede sentir dolor en el pie y pierde la capacidad de percibir la posición de la articulación. Además, los músculos pierden su capacidad de sostener la articulación correctamente. El pie se vuelve inestable, y caminar sólo lo empeora.
Una lesión, como una torcedura de tobillo, puede empeorar aún más las cosas. Las articulaciones se rozan con el hueso. El resultado es la inflamación, que conduce a una mayor inestabilidad y luego a la dislocación. Finalmente, la estructura ósea del pie se colapsa. Finalmente, el pie se cura por sí solo, pero debido a la ruptura del hueso, se cura en un pie deformado.
Las personas con riesgo de padecer la articulación de Charcot son aquellas que ya tienen neuropatía. Deben estar atentos a síntomas como:
- hinchazón
- enrojecimiento
- calor
- pulso fuerte
- insensibilidad del pie.
El tratamiento temprano puede detener la destrucción del hueso y ayudar a la curación.
Neuropatía craneal
La neuropatía craneal afecta a los 12 pares de nervios que están conectados con el cerebro y controlan la vista, el movimiento de los ojos, la audición y el gusto.
La mayoría de las veces, la neuropatía craneal afecta a los nervios que controlan los músculos de los ojos. La neuropatía comienza con dolor en un lado de la cara cerca del ojo afectado. Más tarde, el músculo del ojo se paraliza. El resultado es la visión doble. Los síntomas de este tipo de neuropatía suelen mejorar o desaparecer en 2 ó 3 meses.
Moneuropatía por compresión
La mononeuropatía por compresión se produce cuando se daña un solo nervio. Es un tipo de neuropatía bastante común. Parece que hay dos tipos de daños. En el primero, los nervios son aplastados en lugares donde deben pasar por un túnel estrecho o sobre un bulto de hueso. Los nervios de las personas con diabetes son más propensos a sufrir lesiones por compresión. El segundo tipo de daño surge cuando la enfermedad de los vasos sanguíneos causada por la diabetes restringe el flujo de sangre a una parte del nervio.
El síndrome del túnel carpiano es probablemente la mononeuropatía por compresión más común. Se produce cuando el nervio mediano del antebrazo se comprime en la muñeca. Los síntomas de este tipo de neuropatía incluyen entumecimiento, hinchazón o pinchazos en los dedos, con o sin dolor, cuando se conduce un coche, se hace punto o se descansa por la noche. El simple hecho de colgar el brazo en el costado suele detener el dolor en pocos minutos. Si los síntomas son graves, una operación puede aliviar completamente el dolor.
Neuropatía femoral
La neuropatía femoral se produce con mayor frecuencia en personas con diabetes de tipo 2. Puede aparecer un dolor en la parte delantera de un muslo. Le sigue una debilidad muscular y los músculos afectados se desgastan. Otro tipo de neuropatía que también afecta a las piernas se llama amiotrofia diabética. En este caso, la debilidad se produce en ambos lados del cuerpo, pero no hay dolor. Los médicos no entienden por qué se produce, pero la enfermedad de los vasos sanguíneos puede ser la causa.
Neuropatía focal
La neuropatía focal afecta a un nervio o grupo de nervios causando debilidad o dolor repentinos. Puede provocar visión doble, una parálisis en un lado de la cara llamada parálisis de Bell, o un dolor en la parte delantera del muslo u otras partes del cuerpo.
Radiculopatía torácica/lumbar
La radiculopatía torácica o lumbar es otra mononeuropatía común. Es como la neuropatía femoral, salvo que se produce en el torso. Afecta a una banda de la pared torácica o abdominal en uno o ambos lados. Parece ocurrir con más frecuencia en personas con diabetes tipo 2. De nuevo, las personas con esta neuropatía mejoran con el tiempo.
La caída unilateral del pie
La caída unilateral del pie es cuando el pie no se puede levantar. Se produce por daños en el nervio peroneo de la pierna por compresión o enfermedad de los vasos. El pie caído puede mejorar.