Las teorías de la estructura social sugieren que el lugar que ocupan las personas en la estructura socioeconómica influye en sus posibilidades de convertirse en delincuentes. Los pobres son más propensos a cometer delitos porque no pueden alcanzar el éxito monetario o social de ninguna otra manera. La teoría de la estructura social tiene tres escuelas de pensamiento: las teorías de la desorganización social, de la tensión y de la desviación cultural. La teoría de la desorganización social sugiere que los habitantes de los barrios marginales violan la ley porque viven en zonas donde el control social se ha roto. El origen de la teoría de la desorganización social se remonta a los trabajos de Shaw y McKay, que llegaron a la conclusión de que las zonas desorganizadas, marcadas por valores divergentes y poblaciones en transición, producen delincuencia. Las teorías de la tensión consideran que la delincuencia es el resultado de la ira que experimentan las personas por su incapacidad para alcanzar un éxito social y económico legítimo. Estas teorías sostienen que la mayoría de las personas comparten valores y creencias comunes, pero la capacidad de alcanzarlos está diferenciada en la estructura social. La teoría de la tensión más conocida es la de Merton, que describe lo que ocurre cuando las personas no tienen medios suficientes para satisfacer sus necesidades. Las teorías de la desviación cultural sostienen que en las zonas de clase baja se desarrolla un sistema de valores único. Los valores de la clase baja aprueban comportamientos como ser duro, no mostrar nunca miedo y desafiar a la autoridad. Cloward y Ohlin sostienen que la delincuencia es el resultado de la percepción de las personas de clase baja de que sus oportunidades de éxito son limitadas. 171 notas, 5 tablas, 6 figuras y 7 fotografías