Suelos de hormigón

Algunos cementos nuevos fraguan absorbiendo dióxido de carbono, lo que reduce drásticamente la huella de carbono del hormigón.

También se están extendiendo formas alternativas de hormigón con muy poca energía incorporada, como el hormigón de cáñamo. Éste utiliza fibras industriales de cáñamo junto con aglutinantes a base de cal para secuestrar el dióxido de carbono durante toda la vida del edificio. Se basa en una tecnología antigua, pero utiliza técnicas de producción modernas para que sea rentable.

NOTA: El diseño de las estructuras de hormigón y la composición del hormigón estructural deben ser realizados por una persona debidamente cualificada. El material de esta publicación no sustituye al asesoramiento profesional; consulte siempre a un ingeniero de estructuras.

Mayor energía incorporada con contenido reciclado

El hormigón se compone de tres componentes principales: agregado grueso (piedra), agregado fino (arena) y cemento, con agua añadida a la mezcla para catalizar la reacción que hace que se solidifique. Los principales impactos ambientales del hormigón son las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la producción de cemento y la extracción de materias primas. La sustitución de una parte del cemento por productos de desecho puede reducir considerablemente la energía incorporada y las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos productos se denominan «extendedores» y suelen estar disponibles en la mayoría de las plantas de hormigón.

Los áridos gruesos y la arena pueden sustituirse por materiales reciclados, como el hormigón triturado procedente de la demolición, los áridos de escoria y la arena reciclada. Esto disminuye los vertidos, reduce la energía incorporada y puede reducir los costes (véase Energía incorporada). Un enfoque común es utilizar un 30% de áridos reciclados para el hormigón estructural típico. No hay ninguna diferencia apreciable en cuanto a la trabajabilidad y la resistencia, aunque un ingeniero estructural debería especificar siempre la mezcla final. Es posible utilizar hasta el 100% de áridos gruesos reciclados en el hormigón bajo condiciones controladas.

El reciclaje de mampostería también puede producir arena finamente molida, al igual que otros subproductos industriales como el vidrio molido, las cenizas volantes, las cenizas de fondo y las arenas de escoria. Sin embargo, las propiedades de estos productos pueden modificar las características del hormigón y siempre deben utilizarse con la orientación de expertos en ingeniería.

Los sustitutos del cemento Pórtland (también llamados «materiales cementantes suplementarios») incluyen las cenizas volantes, la escoria de alto horno molida y el humo de sílice, que son materiales de desecho de otros procesos de fabricación. Las nuevas tecnologías incluyen el uso de magnesia reactiva en combinación con el cemento Portland. Existen varias mezclas de cemento, algunas con altas proporciones de extensores (hasta el 85%) que sustituyen al cemento Portland. El uso de estos extensores reduce en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero.

La mayoría de las plantas de producción por lotes pueden proporcionar cementos mezclados. En algunas plantas más pequeñas puede no ser factible tener dos silos de cemento, o un silo adicional para las cenizas volantes o la escoria, pero la carga manual puede ser una opción.

Mientras que los agregados de escoria están fácilmente disponibles en áreas cercanas a las fábricas de acero, los costes de transporte pueden prohibir su uso en áreas más remotas. Por razones similares, las arenas manufacturadas y el hormigón triturado pueden no estar disponibles en todas las zonas.

Demolición y reciclaje

El reciclaje del hormigón es rentable, minimiza los residuos y reduce la necesidad de utilizar más recursos de la tierra.

Los residuos de demolición constituyen el 40% de todos los vertederos.

Llevar los residuos de demolición a los vertederos es caro, además de dañar el medio ambiente. En cambio, el hormigón triturado puede reciclarse para conseguir un ahorro económico y ecológico (véase la sección de minimización de residuos). Si el hormigón de demolición se almacena por separado de otros materiales de demolición, se puede conseguir un producto más aprovechable de la trituración para su reciclaje en hormigón nuevo.

Autores

Autor principal: Dick Clarke, 2013

Autores colaboradores: Bernard Hockings, Caitlin McGee

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