Zinc
El zinc es un metal blanco azulado y brillante. Se encuentra en el grupo IIb de la tabla periódica. Es frágil y cristalino a temperaturas normales, pero se vuelve dúctil y maleable cuando se calienta entre 110°C y 150°C. Es un metal bastante reactivo que se combina con el oxígeno y otros no metales, y reacciona con ácidos diluidos para liberar hidrógeno.
Aplicaciones
Se utiliza principalmente para galvanizar el hierro, más del 50% del zinc metálico se destina a galvanizar el acero, pero también es importante en la preparación de ciertas aleaciones. Se utiliza para las placas negativas de algunas baterías eléctricas y para los tejados y canalones en la construcción de edificios.
El zinc es el principal metal utilizado en la fabricación de monedas de un centavo en Estados Unidos y se emplea en la fundición a presión en la industria del automóvil. El óxido de zinc se utiliza como pigmento blanco en acuarelas o pinturas, y como activador en la industria del caucho. Como pigmento, el zinc se utiliza en plásticos, cosméticos, papel de fotocopiadora, papel pintado, tintas de impresión, etc., mientras que en la producción de caucho su función es actuar como catalizador durante la fabricación y como dispersante del calor en el producto final. El zinc metálico se incluye en la mayoría de las pastillas simples, se cree que posee propiedades antioxidantes, que protegen contra el envejecimiento prematuro de la piel y los músculos del cuerpo.
El zinc en el medio ambiente
El zinc es una sustancia muy común que se da de forma natural. Muchos alimentos contienen ciertas concentraciones de zinc. El agua potable también contiene ciertas cantidades de zinc, que pueden ser mayores cuando se almacena en depósitos metálicos. Las fuentes industriales o los vertederos tóxicos pueden hacer que las cantidades de zinc en el agua potable alcancen niveles que pueden causar problemas de salud.
El zinc se encuentra de forma natural en el aire, el agua y el suelo, pero las concentraciones de zinc están aumentando de forma no natural, debido a la adición de zinc a través de las actividades humanas. La mayor parte del zinc se añade durante las actividades industriales, como la minería, la combustión de carbón y residuos y el procesamiento del acero. Algunos suelos están muy contaminados con zinc, y se encuentran en zonas donde el zinc se extrae o se refina, o donde los lodos de las aguas residuales de las zonas industriales se han utilizado como fertilizantes.
El zinc es el 23º elemento más abundante en la corteza terrestre. El mineral dominante es la blenda de zinc, también conocida como esfalerita. Otros minerales de zinc importantes son la wurzita, la smithsonita y la hemimorfita. Las principales zonas de extracción de zinc son Canadá, Rusia, Australia, Estados Unidos y Perú. La producción mundial supera los 7 millones de toneladas anuales y las reservas comercialmente explotables superan los 100 millones de toneladas. Más del 30% de las necesidades mundiales de zinc se cubren mediante el reciclaje.
Efectos del zinc sobre la salud
El zinc es un oligoelemento esencial para la salud humana. Cuando las personas absorben muy poco zinc pueden experimentar una pérdida de apetito, una disminución del sentido del gusto y del olfato, una curación lenta de las heridas y llagas en la piel. La escasez de zinc puede incluso causar defectos de nacimiento.
Aunque los seres humanos pueden manejar concentraciones proporcionalmente grandes de zinc, un exceso de zinc puede causar eminentes problemas de salud, como calambres de estómago, irritaciones de la piel, vómitos, náuseas y anemia. Niveles muy elevados de zinc pueden dañar el páncreas y alterar el metabolismo de las proteínas, además de provocar arteriosclerosis. La exposición prolongada al cloruro de zinc puede provocar trastornos respiratorios.
En el entorno laboral, el contagio de zinc puede provocar un estado similar a la gripe, conocido como fiebre del metal. Esta afección pasa al cabo de dos días y está causada por un exceso de sensibilidad.
El zinc puede ser un peligro para los niños no nacidos y recién nacidos. Cuando sus madres han absorbido grandes concentraciones de zinc los niños pueden estar expuestos a él a través de la sangre o la leche de sus madres.
Efectos del zinc en el medio ambiente
La producción mundial de zinc sigue aumentando. Esto significa básicamente que cada vez más zinc acaba en el medio ambiente.
El agua está contaminada con zinc, debido a la presencia de grandes cantidades de zinc en las aguas residuales de las plantas industriales. Estas aguas residuales no se depuran satisfactoriamente. Una de las consecuencias es que los ríos depositan en sus orillas lodos contaminados con zinc. El zinc también puede aumentar la acidez de las aguas.
Algunos peces pueden acumular zinc en sus cuerpos, cuando viven en cursos de agua contaminados con zinc. Cuando el zinc entra en el cuerpo de estos peces, es capaz de bioampliar la cadena alimenticia.
Se pueden encontrar grandes cantidades de zinc en los suelos. Cuando los suelos de las tierras de cultivo están contaminados con zinc, los animales absorben concentraciones perjudiciales para su salud. El zinc soluble en agua que se encuentra en los suelos puede contaminar las aguas subterráneas.
El zinc no sólo puede ser una amenaza para el ganado, sino también para las especies vegetales. Las plantas suelen tener una absorción de zinc que sus sistemas no pueden manejar, debido a la acumulación de zinc en los suelos.
En suelos ricos en zinc sólo un número limitado de plantas tiene posibilidades de sobrevivir. Por eso no hay mucha diversidad de plantas cerca de las fábricas de zinc. Debido a los efectos sobre las plantas, el zinc es una seria amenaza para la producción de las tierras de cultivo. A pesar de ello, se siguen aplicando abonos que contienen zinc.
Por último, el zinc puede interrumpir la actividad en los suelos, ya que influye negativamente en la actividad de los microrganismos y las lombrices. La descomposición de la materia orgánica puede ralentizarse seriamente a causa de ello.
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Ingesta diaria recomendada de zinc