Sociología 319

31 de enero de 2003

Interaccionismo simbólico

1. Resumen

Probablemente la perspectiva sociológica más importante y duradera que surgió y continúa en Norteamérica es el interaccionismo simbólico. Tiene sus raíces en los filósofos pragmatistas como Peirce, Dewey, Cooley y Mead. Como señala Plummer, «trata de unificar el pensamiento inteligente y el método lógico con acciones prácticas y apelaciones a la experiencia» (p. 197). Entre los sociólogos que han desarrollado y continuado esta perspectiva se encuentran Blumer, Becker, Goffman, Denzin y Hochschild. Algunas de las características de la perspectiva de la interacción simbólica son el énfasis en las interacciones entre las personas, el uso de símbolos en la comunicación y la interacción, la interpretación como parte de la acción, el yo construido por los individuos y otros en procesos sociales flexibles y ajustables a través de la comunicación y la interacción. Los autores de esta perspectiva examinan y analizan el orden de interacción de la vida y las experiencias cotidianas, en lugar de las estructuras asociadas a los sistemas sociales o a las fuerzas y leyes sociales a gran escala y relativamente fijas. Aunque el orden de la interacción puede ser la base de los sistemas y las estructuras, y la acción humana en el orden de la interacción está guiada por reglas sociales en el contexto de los recursos y las limitaciones, los sistemas y las estructuras no son el objetivo principal de los interaccionistas simbólicos.

La perspectiva de la interacción simbólica surgió del análisis sociológico de Mead, y fue Herbert Blumer (1900-1987) quien tomó las ideas de Mead y las desarrolló en un enfoque sociológico más sistemático. Blumer acuñó el término interaccionismo simbólico en 1937, y mantuvo viva esta perspectiva sociológica hasta principios de los años 50 en Chicago, y luego en California, donde fue profesor de la Universidad de California en Berkeley. Aunque Cohen (p. 87) sostiene que Blumer interpretó de forma selectiva el análisis de Mead, de éste destacó la importancia de la interacción social, los símbolos significativos, el significado, la comunicación, la asunción de la visión del otro y el yo como proceso. Estos se convirtieron en la base de los posteriores enfoques de la interacción simbólica. Blumer señala:

El término «interacción simbólica» se refiere, por supuesto, al carácter peculiar y distintivo de la interacción que tiene lugar entre los seres humanos. La peculiaridad consiste en que los seres humanos interpretan o «definen» las acciones de los demás en lugar de limitarse a reaccionar a ellas. Su «respuesta» no se hace directamente a las acciones del otro, sino que se basa en el significado que atribuyen a dichas acciones. Así, la interacción humana está mediada por el uso de símbolos, por la interpretación o por la determinación del significado de las acciones del otro. Esta mediación equivale a insertar un proceso de interpretación entre el estímulo y la respuesta en el caso del comportamiento humano. (Blumer, p. 180).

Según Blumer las características de este enfoque son

  • la interacción humana
  • la interpretación o definición en lugar de la mera reacción
  • la respuesta basada en el significado
  • el uso de símbolos
  • la interpretación entre el estímulo y la respuesta

Blumer propuso un modelo interpretativo para la sociología que «inserta un término medio en el pareado estímulo-respuesta para que se convierta en estímulo-interpretación-respuesta» (Wallacey Wolf, p. 206). Cohen señala queBlumer hizo esta teoría más individualista, menos conectada a las dimensiones biológicas y menos preocupada por los procesos sociales más amplios que Mead.

2. Características del enfoque

Plummer (capítulo 7 del Blackwell Companion) señala cuatro características de la perspectiva de la interacción simbólica. Algunas de ellas se ilustran en la lectura de Simmel, y la perspectiva de la interacción simbólica se deriva, al menos en parte, de Simmel (p. 199). Plummer señala las siguientes características(pp. 194-196).

a.Símbolos. Mientras que el mundo social se construye y se compone de rasgos materiales yobjetivos, lo que distingue a los humanos es su amplio y creativo uso de la comunicación a través de símbolos. La historia, la cultura y las formas de comunicación de los humanos pueden rastrearse a través de los símbolos y es a través de los símbolos que se asocia el significado dentro de la interpretación, la acción y la interacción. En un nivel, los símbolos pueden parecer fijos, pero la perspectiva de la interacción simbólica hace hincapié en la manera cambiante, flexible y creativa en que los humanos utilizan los símbolos. La modificación del lenguaje, que puede producirse de forma rápida y continua, demuestra la flexibilidad de los símbolos creados por los seres humanos y la conexión de dichos símbolos con las actividades y experiencias en curso de los seres humanos en la interacción en el mundo social. Los procesos de adaptación y cambio implican interacciones individuales y características a mayor escala, como las normas y el orden. Plummer señala cómo se producen el hábito, la rutina y los significados compartidos, pero cómo «éstos están siempre abiertos a la reevaluación y al ajuste posterior» (p. 194). El interaccionista simbólico estudia y analiza los procesos implicados en todos los aspectos del uso de los símbolos y la comunicación.

b.Cambio, ajuste, devenir. La perspectiva de las interacciones simbólicas considera a las personas como agentes activos, pero muy diferentes del individuo racional, egocéntrico y autónomo del liberalismo del siglo XIX. Las personas son actores o agentes y el mundo social es activo, con ajustes y organización constantes como características esenciales de la interacción social. El yo se crea a través de esas interacciones, pero no es necesariamente un yo fijo e inflexible, sino uno que se ajusta constantemente a los demás y que requiere interacción y comunicación con los demás. Recordemos que, para Mead, el yo es un proceso social, comprometido en la interacción, en la conversación interna con uno mismo y en un diálogo continuo con los demás. Los interaccionistas simbólicos analizan cómo se desarrolla el yo, cómo las vidas individuales desarrollan una biografía, cómo se crea constantemente el orden social y cómo surgen fuerzas sociales más amplias a partir de ellas. Para el interaccionista simbólico, el mundo social es activo y la sociedad es este mundo social activo.

c.Interacción. Plummer señala que esta perspectiva no sólo se ocupa del individuo o de la sociedad, sino «de los actos conjuntos a través de los cuales se organizan las vidas y se ensamblan las sociedades» (p. 195). Las acciones no son conscientes, acciones individuales dentro de un conjunto de restricciones, como en los modelos de elección racional, ni con significado personal en el sentido weberiano, ni con el acto unitario de Parsons. Más bien, las acciones son siempre acciones conjuntas de dos o más actores sociales, siendo la respuesta y el ajuste mutuos del actor y de los demás un aspecto esencial de cualquier acción social. El yo no surge simplemente de un individuo, ni es sólo un aspecto de un solo individuo. Más bien, implica la consideración de cómo los demás ven a una persona, y cómo la persona responde y desarrolla sus propias respuestas a esto. Plummer señala que «nunca podemos estar solos con un ‘yo'» (p.195). En términos de una perspectiva global del mundo social, este enfoque se ocupa del «comportamiento colectivo» y del mundo social como activo e interactivo.

d.Empírico. Quizás una de las principales razones por las que la interacción simbólica ha seguido siendo una importante influencia teórica durante la mayor parte del siglo XX es su atención a la forma en que los individuos interactúan en situaciones sociales y a lo que ocurre cuando los humanos interactúan. Esta perspectiva nunca está alejada de la acción social en la vida cotidiana, y no produce reflexiones teóricas abstractas y universales. Como resultado, la perspectiva de la interacción simbólica puede parecer que carece de conceptos bien desarrollados, modelos lógicos, rigor o una perspectiva teórica integrada, pero lo compensa estudiando la interacción social de las personas en el mundo social. Dado que se trata de la interacción humana, de la que forma parte cualquier estudiante de sociología, la materia prima para el estudio de esta interacción está al alcance de cualquiera. Al mismo tiempo, el estudio requiere una observación cuidadosa, la capacidad de prestar atención a los detalles y la consideración de lo aceptado y la rutina. Aunque puede ser difícil abstraerse de la perspectiva de cada sociólogo, el estudio empírico debe ir más allá del prejuicio y la parcialidad del observador. En el caso de autores como Mead, Goffman, Hochschild o Denzin, es la cuidadosa atención a los detalles sociales, las circunstancias y los procesos lo que hace que su análisis sea valioso y perspicaz.

3. Influencias

Plummer rastrea la historia intelectual del interaccionismo simbólico hasta tres fuentes principales: el enfoque pragmático deDewey, Cooley, James y Mead (pp. 197-9); el estudio empírico del trabajo de campo directo de la vida urbana y moderna de Park, Thomas, Burgess y Wirth (pp. 200-202); y el estudio de las formas (a diferencia del contenido) de la vida social y la interacción en la sociedad moderna de Simmel. Este último es el que se examina en primer lugar en estas notas. El análisis de cada una de estas influencias se centra en el detalle social y la observación cuidadosa, junto con la descripción y el análisis. En su mayor parte, la perspectiva de la interacción simbólica no analiza el mundo social de manera cuantitativa, sino que es cualitativa e interpretativa, e intenta proporcionar un análisis descriptivo rico o denso.

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