¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La lactosa es un azúcar que se encuentra de forma natural en la leche y en la mayoría de los productos lácteos. La intolerancia se produce cuando el organismo no es capaz de producir suficiente lactasa, una enzima digestiva producida en el intestino, para descomponer la lactosa en una forma más fácilmente digerible1.
La intolerancia a la lactosa es relativamente infrecuente, ya que sólo 1 de cada 50 personas de ascendencia europea la padece. En el Reino Unido, es más frecuente en personas de origen asiático o afro-caribeño1.
Hay tres causas principales2:
Primaria: cuando la producción natural de lactasa disminuye en respuesta a una menor ingesta de productos lácteos en la dieta. Esto no suele ocurrir antes de la edad adulta y suele asociarse a grupos culturales en los que los productos lácteos no son un alimento habitual en la dieta de los adultos.
Secundaria: una intolerancia temporal que es el resultado de un daño intestinal, por ejemplo, de un virus o infección estomacal, una enfermedad celíaca no diagnosticada o un tratamiento prolongado con antibióticos.
Congénita: una forma genética extremadamente rara de la enfermedad en la que los bebés nacen sin lactasa o con cantidades muy bajas de la misma.
La intolerancia a la lactosa también puede darse en bebés nacidos prematuramente porque su intestino delgado no está suficientemente desarrollado al nacer. Suele mejorar a medida que los bebés crecen.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ser similares a los de otras afecciones, lo que dificulta su identificación. Sin embargo, los síntomas más comunes son:
- Dolor de estómago
- Diarrea
- Estómago hinchado
- Viento excesivo
Estos síntomas suelen aparecer entre 1 y 3 horas después de haber consumido los alimentos que contienen lactosa3.
¿Cómo saber si tu bebé es intolerante a la lactosa?
Si crees que tu bebé tiene problemas digestivos, debes acudir a tu médico de cabecera, que puede ayudarte con el diagnóstico. Es posible que le remita a un dietista pediátrico para que le atienda un experto. Si tu bebé tiene menos de un año, ¿por qué no pruebas con nuestro comprobador de síntomas para bebés? Incluye muchos consejos útiles y un resumen de los síntomas para mostrar a tu médico de cabecera.
Cuando se sospecha de intolerancia a la lactosa, se te puede aconsejar que elimines la lactosa de la dieta de tu bebé. Sólo debes hacerlo bajo la dirección de un profesional sanitario, que te aconsejará para que tu bebé siga recibiendo todos los nutrientes que necesita para un desarrollo saludable. Un nutriente al que hay que prestar especial atención es el calcio, un mineral que suelen aportar los alimentos en contacto con la lactosa y que puede afectar al desarrollo normal de los huesos3.