La definición radiológica de un secuestro óseo se refiere a una imagen de calcificación dentro de una lesión lucente, completamente separada del hueso circundante y sin hacer referencia a la naturaleza histológica y al estado vascular del tejido calcificado 1.
La definición patológica de un secuestro se define como un trozo de hueso desvitalizado que se ha separado de su hueso circundante durante el proceso de necrosis. La definición patológica suele referirse a una complicación de la osteomielitis; y representa la desvascularización de una porción de hueso con necrosis y reabsorción del hueso circundante dejando una pieza «flotante». El secuestro actúa como reservorio de la infección y, al ser avascular, los antibióticos no penetran en él. Por lo general, es necesario extirparlo para lograr la curación. En algunos casos, el secuestro se envuelve en una gruesa vaina de hueso nuevo perióstico, conocida como involucro.
Cuando el secuestro es pequeño y está rodeado de un borde lucente, se conoce como secuestro en botón. Suelen verse en el calvario.
Las principales afecciones que pueden presentarse con un secuestro óseo son la osteomielitis y la tuberculosis esquelética. El granuloma eosinofílico, el linfoma y el histiocitoma fibroso maligno (que incluye el fibrosarcoma y los desmoides) también pueden presentarse con un secuestro óseo. Algunos tumores óseos primarios, como los osteomas osteoides, pueden imitar un secuestro óseo 2.
Como un secuestro óseo puede tener varios diagnósticos diferenciales; un análisis cuidadoso del secuestro junto con los hallazgos clínicos y radiológicos debería ayudar a reducir el diferencial.
Véase también
- Lesión ósea con secuestro
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