La República Federal de Alemania (conocida popularmente como Alemania Occidental) se establece formalmente como una nación separada e independiente. Esta acción marcó el fin efectivo de cualquier discusión sobre la reunificación de Alemania Oriental y Occidental.
En el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en cuatro zonas de ocupación, con los británicos, franceses, estadounidenses y soviéticos controlando cada una de ellas. La ciudad de Berlín también fue dividida de la misma manera. Se suponía que este arreglo era temporal, pero a medida que las animosidades de la Guerra Fría comenzaron a endurecerse, se hizo cada vez más evidente que la división entre las secciones controladas por los comunistas y los no comunistas de Alemania y Berlín se volvería permanente. En mayo de 1946, Estados Unidos suspendió los pagos de reparación de Alemania Occidental a la Unión Soviética. En diciembre, Estados Unidos y Gran Bretaña combinaron sus zonas de ocupación en lo que se conoció como Bizonia. Francia aceptó formar parte de este acuerdo y, en mayo de 1949, las tres zonas se convirtieron en una sola.
El 23 de mayo, el Consejo Parlamentario de Alemania Occidental se reunió y declaró formalmente la creación de la República Federal de Alemania. Aunque Konrad Adenauer, presidente del consejo y futuro presidente de Alemania Occidental, proclamó con orgullo: «Hoy surge una nueva Alemania», la ocasión no fue festiva. Muchos de los representantes alemanes presentes en la reunión se mostraron apáticos, ya que habían albergado la débil esperanza de que Alemania pudiera reunificarse. Dos miembros comunistas del consejo se negaron a firmar la proclamación por la que se establecía el nuevo estado.
Los soviéticos reaccionaron rápidamente a la acción de Alemania Occidental. En octubre de 1949, se anunció oficialmente la República Democrática Alemana (Alemania Oriental). Estas acciones en 1949 marcaron el fin de cualquier conversación sobre una Alemania reunificada. Durante los 41 años siguientes, Alemania Oriental y Occidental fueron símbolos de un mundo dividido y de la animosidad de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos. En 1990, con la fuerza soviética disminuyendo y el Partido Comunista de Alemania Oriental perdiendo constantemente su control del poder, Alemania Oriental y Occidental se reunieron finalmente como una sola nación.