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Si simplemente se siente estresado, no es motivo para realizar una prueba de esfuerzo.

Pero si tiene dolor u opresión en el pecho, dificultad para respirar u otros posibles signos de advertencia de un ataque cardíaco o angina de pecho, hable con su médico. Estos podrían ser signos de que una prueba de esfuerzo, una ecocardiografía de esfuerzo, conocida como eco de esfuerzo, o un estudio de perfusión de esfuerzo pueden ayudar a su médico a descubrir un posible problema de salud.

Las tres pruebas de esfuerzo

• Prueba de esfuerzo: Mide el efecto del ejercicio en su corazón.
• Ecocardiografía de esfuerzo: Imagen de ultrasonido que muestra lo bien que está trabajando el músculo cardíaco para bombear la sangre a través del cuerpo.
• Estudio de perfusión de estrés: Se utiliza un elemento trazador nuclear para evaluar el flujo sanguíneo hacia el corazón.

Limitaciones de las pruebas de esfuerzo

Estas pruebas son los caballos de batalla del cribado cardíaco, pero tienen sus limitaciones.

«Una prueba de esfuerzo no puede encontrar ninguna obstrucción en las arterias menor del 70 por ciento», dijo el doctor Ravi Mareedu, cardiólogo intervencionista de Marshfield Clinic. «Cualquier acumulación de placa en las arterias puede romperse, aunque el estrechamiento sea inferior al 70 por ciento, pero estas pruebas no pueden predecir cuáles son las placas más vulnerables».

Las pruebas de esfuerzo se remontan a décadas atrás y son muy útiles para averiguar si los síntomas de un paciente provienen de arterias coronarias con obstrucciones graves, superiores al 70 por ciento. Aunque en general son precisas, las pruebas de esfuerzo a veces pueden ser engañosas.

Pueden dar un resultado que acabe siendo un falso positivo, preocupando innecesariamente a un paciente por la enfermedad de las arterias coronarias. Por otro lado, pueden dar un falso negativo, dando al paciente una falsa sensación de seguridad.

Siguiente paso: Angiografía

Después de que una prueba de esfuerzo indique una anomalía, los especialistas del corazón recurren a una prueba más invasiva pero también mucho más informativa, un cateterismo cardíaco con angiografía.

Se introduce un tubo largo y delgado llamado catéter a través de los vasos sanguíneos hasta el corazón. Con un tinte especial, los médicos pueden ver las obstrucciones con precisión. Las personas que están a punto de sufrir un infarto suelen tener una o más arterias con obstrucciones importantes o incluso completas.

«El mensaje que hay que extraer es que es muy importante hacer lo correcto para el paciente adecuado en el momento adecuado», dijo Mareedu. «Si nos equivocamos, suele ser por el lado de pedir pruebas que podrían no ser concluyentes. Lo último que queremos es pasar por alto un resultado sólo porque pensamos que es un falso positivo y que el paciente sufra un infarto dos meses después».

Muchas personas pueden hacer cambios en su estilo de vida para reducir la necesidad de la mayoría de estas pruebas, si no todas.

«No hay nada que sustituya a una vida sana. Eso es lo más importante», subrayó Mareedu. «Lleve una dieta bien equilibrada, haga ejercicio con regularidad, deje de fumar y beba alcohol con moderación».