Mi nombre es Wye. Tengo dos parejas.
Dave y yo llevamos cinco años juntos (vivimos juntos), y Andrew y yo llevamos 16 meses. Dave tiene una novia, Chrissy: son amigos desde hace 15 años, y su relación se volvió romántica hace seis meses.
Mi historia comienza con mi primer amor «J». J me amaba exactamente como yo quería ser amada; me adoraba, y no tenía ojos para nadie más. ¡Lo amé tanto! A medida que nuestra relación avanzaba, descubrimos el estilo de vida swinger. Los swinger mantienen relaciones sexuales y de amistad con otras personas, pero siguen siendo monógamos emocionalmente entre ellos.
Conocimos y nos hicimos amigos de una encantadora pareja (Dave y su entonces pareja) en uno de esos eventos swinger. Al cabo de un año de amistad, de repente me di cuenta de que me había enamorado de Dave, lo cual está prohibido como swinger. Terminé nuestra amistad inmediatamente. Me sentí muy culpable por haber causado tanto daño a J.
Hubo muchas lágrimas, mucho dolor, que inevitablemente acompaña a la traición. Con la ayuda de un terapeuta, me di cuenta de que, con el paso de los años, yo había cambiado. Mis necesidades habían cambiado.
Pero las necesidades de J eran incompatibles. Luchamos por encontrar una forma en la que pudiéramos seguir juntos y al mismo tiempo permitir que el otro creciera hasta convertirse en la mejor versión de nosotros mismos que necesitábamos y queríamos ser. Entonces, un día, cuando me desperté, con el corazón palpitante, de una pesadilla en la que estaba atrapada sin escapatoria, supe que enfrentarme al terror de estar sola era mejor que quedarme.
Una vez que me mudé, florecí. Disfruté haciendo nuevos amigos y probando cosas nuevas e increíbles, como llevar el pelo corto. Me sentí tan viva. Me sentí totalmente identificada con la no monogamia; pensé: ¡Puedo tener mi pastel y comerlo también! Funcionó bien hasta 2013, cuando Dave vino a buscarme.
Me enamoré de él, de nuevo, en un abrir y cerrar de ojos.
Dave se identifica como poliamoroso. Él y su novia Chrissy comparten una conexión profunda, sólida y amorosa. Amar a Dave me ha llevado a enfrentarme a algunos demonios que me dan miedo. La lucha contra los celos, la inseguridad, la propiedad, el derecho, el miedo, encendió un dolor como nunca antes había experimentado.
No tenía miedo de perderlo; me aterrorizaba dejar de amarlo. Pero en el otro extremo, el aprendizaje y el crecimiento con conceptos como integridad, vulnerabilidad, resiliencia y coraje; es fenomenal. Esto lleva a cosas como el amor, la bondad, la compasión, la aceptación, la paz.
Estar con alguien que tiene un corazón tan grande, con tanto amor para dar, realmente me mostró que el amor es realmente infinito. A través de su amor, he aprendido a llegar más alto, a atreverme más, y sí, a caer más fuerte; y, a levantarme más fuerte. He aprendido a amar más y mejor. Aprender que puedo ser completa, por mí misma, no una mitad de uno, es una poderosa herramienta contra el miedo a la pérdida.
Después de 18 meses de intensa terapia con un fantástico psicólogo, libros, artículos, charlas TED, apoyo de amigos, foros, cualquier cosa que pudiera conseguir, salí un poco más sabio, y un poco más humilde. Posiblemente también, ¡un poco menos de fanático del control!
Me sorprende lo firme que ha sido Dave, a través de las interminables lágrimas, a través de la constante necesidad de procesar. Aunque perdió la paciencia algunas veces en esos días oscuros, se aseguró de que nunca dudara de su amor y compromiso conmigo. Y al mismo tiempo mantuvo su integridad, y también el respeto y el compromiso con sus otras parejas. El nuevo yo quería ver si yo también podía amar a más de una persona al mismo tiempo.
Conocí a Andrew en un sitio de citas en línea en diciembre de 2016. Cuando su relación anterior terminó, había salido de ella sabiendo que no quería volver a tener relaciones tradicionales. Tenemos una conexión tan increíble que es tan fácil y cómoda. Dave es divertido, desafiante y nunca aburrido. Andrew es estable, amable y me entiende instintivamente.
Ambos hombres son independientes y fuertes; no me necesitan y, sin embargo, ambos me quieren sin reservas, tal y como soy. Mi corazón se hincha de amor, y me siento en casa, segura y querida, por cada uno de ellos. No sienten que tienen la mitad de mí, al igual que yo no siento que sólo tengo la mitad de Dave. Mi vida está llena de alegría, diversión y risas.
Cuando no estoy con ninguno de los dos, aprecio mi tiempo para mí, disfrutando de mi propia compañía, (o de la compañía de amigos), algo que nunca me había molestado en valorar antes. Un día, estoy segura de que Andrew encontrará otra pareja, y la incertidumbre será un reto y me dará miedo. Pero no lo temo. A Dave le pasa lo mismo, siempre le da un poco de miedo cuando encuentra una nueva pareja. Pero la alegría que obtengo del hecho de que los chicos son libres de elegir con quien quieren estar, y lo hacen; Y aún así eligen estar conmigo, es mucho más poderosamente validante, que cualquier conjunto prescrito de comportamientos aceptados.
A través del poliamor, he podido redefinir mi valor principal en torno a lo que significa el amor y el compromiso.
Entonces, en la práctica, ¿cómo funciona todo esto?
Dave y yo compartimos una casa, y las finanzas. Individualmente pasamos una media de dos noches a la semana con Chrissy y Andrew respectivamente, ambos tienen sus propias casas en las que viven con sus hijos. Normalmente nos quedamos en la suya, pero cuando a veces se quedan en la nuestra, David duerme con Chrissy en nuestro dormitorio, y Andrew duerme conmigo en mi acogedor estudio. Todos nos hemos hecho amigos, y a menudo salimos juntos, o disfrutamos de noches de juegos en casa, o a veces simplemente pasamos el rato en la cocina charlando.
A través del poliamor, he podido redefinir mi valor principal en torno a lo que significa el amor y el compromiso. Cuando me enamoré por primera vez, significaba elegir a uno y renunciar a todos los demás. Cada día haces honor a esa misma elección. No hay nada malo en ello, si eso es lo que te parece auténtico.
Hoy, a medida que he ido creciendo, el amor y el compromiso que honran la autonomía y la libertad encajan mucho mejor con la persona que soy ahora. Se siente tan bien poder observar y apoyar a tus compañeros en su crecimiento para ser la mejor persona que pueden ser.
En mis viajes conectando con tanta gente, he aprendido tantas cosas asombrosas: no sólo sobre otras personas, sus motivaciones y la maravillosa diversidad que hay ahí fuera; sino mucho sobre mí misma, y la maravillosa diversidad que hay dentro de mí. He intimado (no sólo físicamente, sino también emocionalmente) con hombres, con mujeres, explorando y aprendiendo lo que nos hace a los humanos ser quienes somos. Si supiéramos lo mucho que todo el mundo está tratando de navegar lo mejor posible en esta cosa desordenada llamada vida, cuánto más amorosos, compasivos y menos críticos seríamos no sólo para ellos, sino para nosotros mismos.
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Una versión de esto apareció originalmente en Whimn.