RESUMEN
Annie Dillard escribió «Vivir como comadrejas», un ensayo en el que pinta la historia de su encuentro con una comadreja. Explica que a partir de su encuentro con la comadreja, desarrolló una gran admiración por el modo de vida de las comadrejas; las comadrejas no viven por elección, prejuicio o motivo como los humanos, sino por pura necesidad. Dillard disfruta con la idea de ir por la vida de forma salvaje y despreocupada como hacen las comadrejas. Llega a la conclusión de que lo mejor sería ceder a la necesidad de vivir simplemente como se pretende.
¿Y QUÉ?
Dillard ve que la comadreja salvaje tiene la libertad de vivir despreocupadamente y sólo por necesidad; mientras que la forma en que los humanos eligen vivir puede identificar la necesidad con cosas diversas y estar moldeada por prejuicios, motivos, etc. Si los seres humanos pudieran comprender la pureza en la falta de sentido de la forma de vida de la comadreja, cada persona podría vivir como quisiera, sin estar restringida por el comportamiento humano impuesto, las normas sociales y las expectativas.
Durante nuestra discusión en clase, empezamos a intentar definir lo que Dillard quería decir específicamente cuando utiliza «necesidad» en el contexto. En retrospectiva, interpretamos el uso en nuestros propios términos. Pero al desmontar la lectura, definí la necesidad simplemente como la vida. Ella dice en el texto que hay que encontrar una necesidad y aferrarse a ella. Me gusta pensar que la vida, sin componentes extraños, es lo único que necesitamos como humanos. Cuando leí el texto por primera vez, me costó un poco entender lo que quería decir Dillard. Hacia el final, vi que su afirmación era esencialmente su título, debemos vivir como comadrejas. En un sentido literal, veo su argumento como una forma de disipar nuestra elección de vivir con prejuicios, motivos, elogios materiales, etc. No necesitamos muchas de las cosas que llamamos necesarias para sobrevivir, la vida pura es vivir en ese momento en los propios términos.