Oímos que debemos trabajar duro, que el trabajo duro da sus frutos y que los trabajadores duros salen adelante o pueden superar obstáculos y retos que de otro modo serían imposibles. Entonces, ¿qué significa trabajar duro?
¿Cuántas formas diferentes hay de decirlo? Poner la nariz en la piedra de afilar. Al que madruga, Dios le ayuda. Aplique un poco de grasa del codo. El Sueño Americano está hecho de esto del «trabajo duro». En el corazón de nuestra ética empresarial está la idea de que si te aplicas, con más ahínco que los demás, puedes superar obstáculos y retos que de otro modo serían imposibles, y encontrar un gran éxito. Insinuamos que te está esperando, justo al otro lado de ese gran esfuerzo (que también forma el carácter y está convenientemente plagado de lecciones que aprender).
Incluso establecí el trabajo duro como el tercer pilar para hacer las cosas en mi último post sobre el Arte de los Negocios. Definí el trabajo como un esfuerzo real y enfocado aplicado para producir un resultado. Entonces, ¿cuál es la versión «dura» de eso? Aplicarse de forma concentrada es seguramente todo lo que se puede hacer, ¿no? El trabajo es el trabajo, ¿no?
Cuando pregunté (anecdóticamente) a colegas, amigos e incluso a uno o dos desconocidos, un tema común encarnado en el concepto de trabajo duro tomó forma como algo más relacionado con la capacidad de perseverar que con cualquier tarea específica o cosa única que fuera realmente muy difícil de hacer.
El trabajo duro es más un esfuerzo mental que el levantamiento literal de objetos pesados (aunque eso ciertamente sigue calificando como trabajo duro). En nuestro contexto empresarial, el trabajo duro es hacer un trabajo (que no registra ni una micra en el glamour-metro) de forma consistente y con calidad, y continuar ese ciclo hasta que se produce un resultado real y ventajoso. El trabajo duro consiste en hacer algo que quizá no te inspire directamente, pero que es necesario para alcanzar tu objetivo. Es esta perseverancia mental -poner la mente en una tarea (o conjunto de tareas) y llevarla a cabo, por muy aburrida que sea o por lo poco emocionante que sea- lo que solemos considerar trabajo duro en los negocios.
También hay una correlación entre el trabajo y el tiempo que se compone de trabajo duro. A menudo no es sólo la perseverancia mental a través de una tarea importante, sino a través de un marco de tiempo lo suficientemente significativo como para generar un resultado real y duradero. También hay un elemento de creer en ti mismo, y en el trabajo que estás haciendo, para lograr tu objetivo que es un motor para que hagas el trabajo necesario para ver un proyecto a través.
Decimos que el trabajo duro da sus frutos y lo hace de varias maneras, pero principalmente a través de la demostración de un resultado que ha llegado a ser debido a una aplicación consistente de esfuerzo. Al igual que en la comprobación de una hipótesis, otros observadores pueden ver los resultados del esfuerzo aplicado de primera mano y correlacionarlo con el éxito demostrado como prueba de un concepto.
El aspecto más importante del concepto de trabajo duro es que no se puede fingir. El trabajo es necesario y no se puede eludir, saltar o acelerar artificialmente. Esto no significa que no exista una solución alternativa (más eficiente). Pero, incluso eso requiere un esfuerzo dedicado para entender el conjunto de trabajo que hay que hacer e idear una nueva solución, método o enfoque. Ese esfuerzo dedicado es la esencia misma del trabajo duro.