Probablemente haya escuchado el viejo adagio de que la mayor parte de su cuerpo está formada por agua. Pero, ¿qué sucede cuando no es así? Cuando pierdes demasiada agua de tu sistema debido a la exposición al calor, a la fiebre, a la diarrea, a los vómitos o a otras enfermedades y afecciones, puede causar más problemas graves.
Deshidratación leve
La deshidratación puede presentar síntomas como:
- Disminución de la producción de orina
- Mareos
- Boca seca
- Piel seca
- Pocas o ninguna lágrima
- Dolor de cabeza
- Aumento de la sed
- Bajo volumen de orina y color más oscuro de lo normal
- Cansancio o somnolencia
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Para la deshidratación leve, a menudo se puede tratar la condición en casa.
Si la deshidratación se debe a los vómitos, empiece bebiendo pequeñas cantidades de agua. Beber demasiado rápido puede hacer que lo vuelvas a vomitar todo, así que ve despacio para evitar otro viaje al baño. También puedes probar a chupar trozos de hielo o polos.
Además de perder agua, la deshidratación agota los electrolitos del cuerpo. Por esta razón, es una buena idea beber algo con carbohidratos y electrolitos en lugar de sólo agua, siempre y cuando se tolere bien. La mayoría de las bebidas deportivas son una buena opción, así como opciones como Pedialyte, que están hechas específicamente para la deshidratación. También tenemos una receta para una bebida electrolítica casera hecha con elementos que ya puede tener en su despensa. Muchas bebidas deportivas contienen una gran cantidad de azúcar; mezcle su bebida deportiva con agua en una mezcla 50/50.
Si la deshidratación se debe a la exposición al calor, querrá hacer todo lo posible para ayudarse a sí mismo (o a su paciente) a enfriarse. Esto incluye quitarse cualquier capa de ropa innecesaria, ir a un área con aire acondicionado o, si no hay aire acondicionado disponible, probar con un rocío tibio de una botella de spray o usar una toalla húmeda para inducir el enfriamiento por evaporación. Evite refrescarse demasiado rápido con métodos como las bolsas de hielo o el agua helada, ya que pueden provocar una mayor deshidratación.
En el caso de los niños o bebés, no les administre bebidas electrolíticas o zumos de frutas a menos que se lo recomiende un médico cualificado. Limítese a la leche materna o de fórmula, y busque ayuda médica si no observa mejoría.
Deshidratación grave
Si no se controla, la deshidratación grave puede causar lo siguiente:
- Manos y pies fríos y con manchas
- Mareos o aturdimiento que afectan a la capacidad de estar de pie o caminar normalmente
- Bajas de la presión arterial al ponerse de pie después de estar tumbado
- Disminución severa de la producción de orina con color amarillo intenso o ámbar o ausencia de orina
- Fiebre
- Alargo, confusión o coma
- Poca elasticidad de la piel (la piel vuelve lentamente a su posición normal cuando se pellizca)
- Ritmo cardíaco en reposo
- Convulsiones
- Shock
En este punto tendrá que buscar intervención médica. Una de las mejores opciones es llamar a DispatchHealth para que acuda al rescate. Sus proveedores de atención de emergencia son capaces de evaluar a los pacientes para la deshidratación y administrar fluidos IV para hidratar más rápidamente a los pacientes de una manera segura y beneficiosa. Y lo mejor de todo es que no hay prisa por ir a la sala de emergencias, ni sala de espera, ni molestias. El equipo acudirá a usted, esté donde esté, para que pueda relajarse en el sofá mientras espera a ser atendido.
Así que la próxima vez que sufra una deshidratación, ya sea por el calor, la enfermedad o el agotamiento, reciba una visita a domicilio de un equipo médico con los conocimientos y la experiencia necesarios para tratarle en la comodidad de su propia casa.
Fuentes
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