Durante un latido regular, las dos cámaras superiores del corazón (las aurículas) envían una señal eléctrica que hace que el corazón bombee la sangre a través del cuerpo. La fibrilación auricular se produce cuando la señal eléctrica se vuelve irregular y provoca contracciones desorganizadas y rápidas de las aurículas. Estas contracciones auriculares anormales pueden provocar un bombeo ineficaz de la sangre a través del organismo.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la fibrilación auricular?
Aunque los signos y síntomas de la fibrilación auricular pueden ser diferentes de una persona a otra, el síntoma más común es un latido irregular del corazón. Otros síntomas pueden ser:
- frecuencia cardíaca rápida
- dolor en el pecho
- falta de aire
- fatiga
- mareos
- desmayo.
¿Qué causa la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular le ocurre a algunas personas sin razón aparente. En otras, la fibrilación auricular puede desencadenarse por una causa reversible como:
- ingesta de alcohol
- estrés físico o emocional
- medicamentos estimulantes
- cirugía cardíaca o ataque cardíaco
- inflamación del saco que rodea al corazón (pericarditis)
- glándula tiroidea hiperactiva (hipertiroidismo)
- un coágulo de sangre en el pulmón (embolia pulmonar).
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La fibrilación auricular también puede ser un problema recurrente o crónico causado por:
- la presión arterial alta (hipertensión)
- la enfermedad arterial coronaria
- enfermedades de las válvulas del corazón o del músculo cardíaco.
¿Cómo se diagnostica la fibrilación auricular?
Si su pulso es rápido (normalmente superior a 100 latidos por minuto) y tiene un ritmo irregular, su médico puede pensar que tiene fibrilación auricular. Una prueba indolora que muestra un gráfico de la actividad eléctrica del corazón, denominada electrocardiograma (ECG), puede confirmar si tiene o no fibrilación auricular. También se le puede pedir que lleve un monitor Holter, que es un pequeño dispositivo portátil que registra y guarda una serie de ECG durante un periodo de tiempo específico (normalmente 24 horas).
¿Qué gravedad tiene la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular no suele poner en peligro la vida ni se considera grave en personas que por lo demás están sanas. Sin embargo, la fibrilación auricular puede ser peligrosa si se padece diabetes, hipertensión arterial u otras enfermedades del corazón. En cualquier caso, esta afección debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente por un médico.
La fibrilación auricular aumenta el riesgo de sufrir un ictus, especialmente en personas mayores de 65 años, que han sufrido un ictus previo o que tienen la tensión arterial alta, diabetes o insuficiencia cardíaca congestiva. Como la sangre de las aurículas no se vacía completamente si se tiene fibrilación auricular, puede acumularse y formarse coágulos. A veces, un coágulo sanguíneo se desprende y se desplaza hasta el cerebro, donde puede provocar un ictus.
¿Cómo se controla la fibrilación auricular?
Su médico elaborará un plan para controlar su fibrilación auricular basándose en las opciones más adecuadas para usted. Algunas opciones son:
- medicamentos para controlar la frecuencia y el ritmo cardíacos
- medicamentos para «diluir la sangre»
- choques eléctricos controlados en el corazón (llamados cardioversión)
- un procedimiento (llamado ablación) para destruir la zona del corazón que está causando el mal funcionamiento eléctrico o para limitar la frecuencia cardíaca.