Pulso – débil o ausente

Definición

Un pulso débil significa que se tiene dificultad para sentir el pulso (latido del corazón) de una persona. Un pulso ausente significa que no se puede detectar el pulso en absoluto.

Véase también: RCP

Nombres alternativos

Pulso débil; Pulso ausente

Consideraciones

Un pulso ausente o débil puede afectar a toda o una parte del cuerpo.

Si un profesional no médico no puede detectar el pulso, no siempre significa que haya un problema. A veces, puede ser difícil para una persona no médica detectar el pulso en determinadas zonas.

Causas comunes

  • Paro cardíaco (falta de latido efectivo del corazón)
  • Técnica inadecuada utilizada para palpar el pulso
  • Pulso normalmente débil y difícil de medir sin los instrumentos adecuados
  • Choque

Cuidados en el hogar

Siga el tratamiento que le prescriba el médico. Puede ser necesaria la reanimación cardiopulmonar.

Llame a su proveedor de atención médica si

Llame a su proveedor de atención médica si hay alguna disminución repentina, grave o duradera de la calidad o la frecuencia del pulso, especialmente cuando también hay otros síntomas.

El shock es una condición que pone en peligro la vida. Busque ayuda médica inmediata si cree que alguien ha entrado en shock. Inicie la reanimación cardiopulmonar, si es necesario.

Una pérdida de conciencia o desorientación sugiere que no llega suficiente sangre al cerebro. Busque ayuda médica inmediatamente.

¿Qué puede esperar en la consulta del médico?

El médico elaborará una historia clínica, realizará un examen físico y hará preguntas como:

  • ¿El pulso es débil?
  • ¿Está ausente?
  • ¿El pulso es débil o está ausente en un solo lugar?
  • ¿Es el pulso principal débil o ausente (por ejemplo, cuando se comprueba el pulso carotídeo en el cuello)?
  • ¿Qué otros síntomas están presentes?

El examen físico puede incluir la monitorización de los signos vitales (pulso, frecuencia respiratoria, presión arterial). Se tomarán las medidas de emergencia que sean necesarias. Puede ser necesaria una monitorización continua.

Las pruebas de diagnóstico pueden incluir:

  • Aortografía
  • Arteriografía como la de las extremidades
  • Estudios sanguíneos (hemograma o diferencial sanguíneo)
  • Usonografía Doppler
  • Electrocardiografía (ECG)
  • Ecocardiografía
  • X-rays of the chest

Fang JC, O’Gara PT. La historia y el examen físico: un enfoque basado en la evidencia. En: Libby P, Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, eds. Braunwald’s Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine. 8th ed. Philadelphia, Pa:Saunders Elsevier;2007:cap 11.

Schriger DL. Abordaje del paciente con signos vitales anormales. En: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa:Saunders Elsevier;2007:cap 7.

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