Tener un gato tiene los mismos efectos positivos que los perros. Estas mascotas pueden ser igualmente beneficiosas para la salud de una persona. Los expertos han demostrado que los propietarios de gatos tienen menos probabilidades de sufrir una emergencia sanitaria, como un ataque al corazón, con su compañero felino cerca y también se ha comprobado que los gatos ayudan a aliviar los trastornos del sueño, la hipertensión y otros problemas de salud.
¿Pero se puede entrenar a los gatos para que trabajen igual que los perros de servicio? ¿Se les conceden las mismas adaptaciones que a los perros de servicio?
La ley sobre animales de servicio está establecida desde hace años y reconoce a los perros como el proveedor más común. Las disposiciones de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) de 2008 establecían: «El término animal de servicio incluye a los animales adiestrados individualmente que realizan trabajos o tareas en beneficio de las personas con discapacidad, incluidas las discapacidades psiquiátricas, cognitivas y mentales. El término animal de servicio no incluye a los animales salvajes (incluidos los primates no humanos nacidos en cautividad), los reptiles, los conejos, los animales de granja (incluidos los ponis, cerdos o cabras), los hurones, los anfibios y los roedores. Los animales cuya única función es proporcionar apoyo emocional, comodidad, terapia, compañía, beneficios terapéuticos o promover el bienestar emocional no son animales de servicio»
Sin embargo, el 15 de marzo de 2011, la ADA modificó esta disposición para certificar que los perros son los únicos animales de servicio reconocidos (ver las enmiendas aquí) para evitar confusiones del público. Entonces, ¿dónde deja esto a los gatos? ¿Por qué hay gente que tiene gatos como animales de servicio?
¿Pueden los gatos ser animales de servicio?
No, pero los gatos pueden calificar como animales de apoyo emocional si el médico escribe una carta para un animal de apoyo emocional. Los animales de apoyo emocional pueden volar en la cabina de un avión y pueden vivir en apartamentos «sin mascotas», pero no tienen el mismo nivel de acceso que los animales de servicio y no pueden ser llevados a todos los lugares donde se permiten los perros de servicio. En este caso, no se puede otorgar a los gatos el mismo reconocimiento que a los perros de servicio.
Sin embargo, algunos establecimientos podrían estar dispuestos a hacer ajustes y podrían hacer excepciones caso por caso para los propietarios de gatos. Lo mejor es consultar con la dirección antes de llevar al gato a su local para evitar cualquier incidencia adversa.