El cerebro tiene varias formas de protección contra las lesiones. La primera es el cráneo, que está compuesto por un hueso grueso. Entre el cráneo y el cerebro propiamente dicho hay tres membranas protectoras, las meninges:
- Dura mater: una gruesa capa de tejido adherida al cráneo y que forma láminas entre los dos hemisferios cerebrales (el falx cerebri) y entre el cerebro y el cerebelo (el tentorium cerebelli).
- Materia aracnoidea: capa más fina (llamada aracnoidea como una tela de araña) separada de la duramadre.
- Materia pia: capa delgada estrechamente aplicada al cerebro mismo.
Entre la materia aracnoidea y la materia pia hay un espacio llamado espacio subaracnoideo. Este espacio está lleno de un líquido llamado líquido cefalorraquídeo (LCR). Esto proporciona otra capa de protección para el cerebro. El LCR también llena cuatro espacios adicionales llamados ventrículos.
El LCR se produce filtrando la sangre a través de una red de vasos sanguíneos en los ventrículos llamada plexo coroideo. El LCR se produce continuamente; circula por el cerebro y la médula espinal y luego drena de nuevo al torrente sanguíneo a través de unas hinchazones denominadas vellosidades aracnoideas que sobresalen en los grandes senos venosos (canales) del cráneo.
Cuando la circulación del LCR se bloquea, el líquido se acumula en el interior del cráneo dando lugar a la hidrocefalia.