Autor médico: Melissa Conrad Stoppler, MD
Médico Editor: Jay W. Marks, MD
Los incendios forestales son un acontecimiento demasiado común en muchas zonas de los EE.UU. Incluso si los incendios no afectan directamente a su casa o a sus alrededores, el humo generado por los incendios forestales es un peligro potencial para la salud de todos en la zona. El humo de los incendios forestales contiene gases junto con partículas finas generadas por la quema de árboles y plantas. El humo de los incendios forestales puede provocar una serie de síntomas físicos, y entre los más afectados se encuentran los ancianos, los niños y las personas que padecen enfermedades cardíacas y pulmonares.
Los síntomas producidos por el humo de los incendios forestales implican predominantemente la irritación de las vías respiratorias y pueden incluir:
- Tos o dificultad para respirar
- Dolor de garganta o picor
- Dolor de pecho
- Dolor de ojos
- Secreción nasal o inflamación de los senos paranasales
- Dolor de cabeza
Las personas con enfermedades cardíacas pueden experimentar un empeoramiento de los síntomas existentes, incluyendo dolor de pecho, cansancio y falta de aliento. Las personas con afecciones respiratorias pueden experimentar dificultad para respirar, tos o sibilancias cuando se exponen al humo de los incendios forestales.
Para protegerse del humo de los incendios forestales, escuche los informes locales sobre la calidad del aire. Algunas áreas proporcionan informes de noticias que contienen el Índice de Calidad del Aire (AQI) de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Algunas comunidades también tienen guías de visibilidad publicadas para que pueda estimar el AQI basándose en la distancia que puede ver en un momento dado.
Si un mensaje de salud pública le advierte que debe permanecer en el interior, mantenga el aire interior limpio y tome las siguientes precauciones:
- Haga funcionar los aires acondicionados en modo de recirculación y utilice un filtro limpio. Un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) puede reducir el número de partículas finas en el aire interior y puede ayudar a prevenir problemas respiratorios. Mantenga todas las ventanas y puertas cerradas.
- No permita que se fume en el hogar y no utilice velas, chimeneas, estufas de gas u otras fuentes de humo añadido.
- Incluso se debe evitar pasar la aspiradora, ya que puede aumentar el número de partículas en el aire procedentes de sustancias que ya están presentes en el hogar.
- Si hace demasiado calor para permanecer en su casa con todas las ventanas y puertas cerradas y no tiene aire acondicionado, debe organizar un refugio en otro lugar.
- Las mascarillas de papel contra el polvo que se venden en las ferreterías están diseñadas para filtrar las partículas grandes del aire (como el serrín) y no le protegerán del humo inhalado.
- Si tiene una enfermedad crónica, asegúrese de preguntar a su médico sobre las medidas que puede tomar para ayudar a controlar sus síntomas cuando la calidad del aire es mala.