Los anticuerpos antinucleares (ANA) se encuentran frecuentemente en población sana. Para definir la prevalencia, el patrón y el título de ANA en diferentes grupos de la población mexicana sana, se estudiaron 304 individuos, clasificados en 3 grupos: 104 donadores de sangre, 100 personal hospitalario que trabaja en el Hospital General del Estado, que incluía médicos, técnicos de laboratorio y enfermeras; y 100 familiares de pacientes diagnosticados con lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide, todos ellos aparentemente sanos al momento del estudio. Se determinó el ANA mediante microscopía de inmunofluorescencia realizada en células HEp-2. Se detectó fluorescencia en 165 muestras de suero (54,3%). El patrón más frecuente fue el moteado (50,3%). La dilución más frecuente fue la de 1:40 (35,4%), seguida de la de 1:80 (13,4%), la de 1:160 (3,2%) y la de 1:320 (1,3%).En cuanto a los resultados por grupo de estudio, se encontró una tendencia hacia niveles de ANA más elevados en el grupo 2 (personal hospitalario), en comparación con el grupo 1 (donantes de sangre) y el grupo 3 (familiares de pacientes), tendencia que también se reflejó en la frecuencia creciente de títulos séricos de 1:80 y superiores (P = 0,074). Según la ocupación, los médicos mostraron una mayor incidencia de patrón moteado en comparación con otras ocupaciones (P = 0,022). Los médicos (n = 75) también mostraron títulos más altos de este patrón particular (P = 0,03). En el grupo 3, los familiares de pacientes con lupus eritematoso sistémico mostraron el patrón moteado con mayor frecuencia que los familiares de pacientes con artritis reumatoide, en títulos bajos (P = 0,017). Sugerimos que las pruebas de ANA que muestren un patrón moteado deben tener un título de 1:160 o superior para que se consideren positivas; otros patrones como el homogéneo, el periférico o el centromérico podrían considerarse positivos incluso con títulos bajos (</=1:40), aunque esto debe investigarse. El hallazgo de ANA positivos en ausencia de signos y síntomas físicos tiene una utilidad diagnóstica limitada y siempre debe ser interpretado por un reumatólogo, en el contexto de los síntomas clínicos y los resultados de las pruebas de laboratorio para autoanticuerpos específicos. Las poblaciones como los médicos y los familiares de pacientes con enfermedades autoinmunes tienden a presentar títulos de ANA aumentados.