Nostradamus

Nostradamus, el astrólogo y médico francés cuyas profecías le granjearon fama y un público fiel durante su vida, nació en 1503. En los siglos transcurridos desde su muerte, se le ha atribuido la predicción precisa de acontecimientos cruciales de la historia, desde la Revolución Francesa hasta el ascenso de Adolf Hitler, pasando por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 e incluso el coronavirus de 2020. Su libro, Las profecías, se publicó en 1555 y desde entonces le ha dado fama mundial. Según Nostradamus, el mundo se acabará en el año 3797.

Nostradamus: Vida temprana

Nostradamus nació como Michel de Nostradame el 14 o 21 de diciembre de 1503 en el sur de Francia, en Saint-Remy-de-Provence. Fue uno de los nueve hijos de Reyniere de St-Remy y su marido Jaume de Nostradame, un acomodado comerciante de cereales y notario a tiempo parcial de ascendencia judía. El abuelo de Nostradame, Guy Gassonet, se había convertido al catolicismo medio siglo antes y había cambiado el nombre de la familia por el de Nostradame, en parte para evitar la persecución durante la Inquisición.

Poco se sabe de su infancia, pero las pruebas indican que era muy inteligente, ya que avanzó rápidamente en la escuela. Al principio de su vida, su abuelo materno, Jean de St. Remy, fue su tutor y vio en su nieto un gran intelecto y potencial. Remy, que vio en su nieto un gran intelecto y potencial. Durante esta época, el joven Nostradame aprendió los rudimentos del latín, el griego, el hebreo y las matemáticas. Se cree que su abuelo también le introdujo en los antiguos ritos de la tradición judía y en las ciencias celestes de la astrología, dando a Nostradame su primer contacto con la idea de los cielos y de cómo dirigen el destino humano.

Nostradamus: Educación

A la edad de 14 años, Nostradame ingresó en la Universidad de Avignon para estudiar medicina. Sin embargo, se vio obligado a abandonar después de sólo un año, debido a un brote de peste bubónica. Según su propio relato, durante este tiempo viajó por el campo, investigando remedios herbales y trabajando como boticario. En 1522 ingresó en la Universidad de Montpelier para completar su doctorado en medicina. En ocasiones expresó su desacuerdo con las enseñanzas de los sacerdotes católicos, que rechazaban sus nociones de astrología. Según algunos informes, las autoridades universitarias descubrieron su experiencia previa como boticario y encontraron este motivo para expulsarlo de la escuela. Evidentemente, la escuela veía con malos ojos que alguien se dedicara a lo que se consideraba un «oficio manual». Sin embargo, la mayoría de los relatos afirman que no fue expulsado y que recibió la licencia para ejercer la medicina en 1525. En ese momento, latinizó su nombre -como era la costumbre de muchos académicos medievales- de Nostradame a Nostradamus.

Nostradamus y la peste

Durante los años siguientes, Nostradamus viajó por toda Francia e Italia, tratando a las víctimas de la peste. No había ningún remedio conocido en ese momento; la mayoría de los médicos recurrían a pociones hechas de mercurio, a la práctica de sangrías y a vestir a los pacientes con túnicas empapadas de ajo. Nostradamus había desarrollado algunos métodos muy progresistas para tratar la peste. No sangraba a sus pacientes, sino que practicaba una higiene eficaz y fomentaba la retirada de los cadáveres infectados de las calles de la ciudad. Se dio a conocer por crear una «píldora de rosas», una pastilla de hierbas hecha de escaramujos (rica en vitamina C) que proporcionaba cierto alivio a los pacientes con casos leves de peste. Su tasa de curación era impresionante, aunque gran parte puede atribuirse a que mantenía a sus pacientes limpios, les administraba dietas bajas en grasas y les proporcionaba mucho aire fresco.

Con el tiempo, Nostradamus se convirtió en una especie de celebridad local por sus tratamientos y recibió apoyo financiero de muchos de los ciudadanos de Provenza. En 1531, fue invitado a trabajar con un importante erudito de la época, Jules-Cesar Scaliger, en Agen, en el suroeste de Francia. Allí se casó y, en los años siguientes, tuvo dos hijos. En 1534, su mujer y sus hijos murieron -presumiblemente de peste- mientras él viajaba en misión médica a Italia. El hecho de no poder salvar a su mujer y a sus hijos le hizo perder el favor de la comunidad y de su mecenas, Scaliger.

Nostradamus y el ocultismo

En 1538, un comentario impreciso sobre una estatua religiosa dio lugar a acusaciones de herejía contra Nostradamus. Cuando se le ordenó comparecer ante la Inquisición de la Iglesia, optó sabiamente por abandonar la provincia para viajar durante varios años por Italia, Grecia y Turquía. Durante sus viajes a las antiguas escuelas de misterio, se cree que Nostradamus experimentó un despertar psíquico. Una de las leyendas de Nostradamus dice que, durante sus viajes por Italia, se encontró con un grupo de monjes franciscanos, identificando a uno de ellos como el futuro Papa. El monje, llamado Felice Peretti, fue ordenado Papa Sixto V en 1585, cumpliendo la predicción de Nostradamus.

Sintiendo que se había mantenido alejado el tiempo suficiente para estar a salvo de la inquisición, Nostradamus regresó a Francia para retomar su práctica de tratar a las víctimas de la peste. En 1547, se instaló en su ciudad natal de Salon-de-Province y se casó con una viuda rica llamada Anne Ponsarde. Juntos tuvieron seis hijos: tres niños y tres niñas. Nostradamus también publicó dos libros sobre ciencia médica en esta época. Uno de ellos era una traducción de Galeno, el médico romano, y el segundo libro, The Traite des Fardemens, era un libro de cocina médica para el tratamiento de la peste y la preparación de cosméticos.

A los pocos años de establecerse en Salon, Nostradamus comenzó a alejarse de la medicina y a acercarse más al ocultismo. Se dice que pasaba horas en su estudio por la noche meditando frente a un cuenco lleno de agua y hierbas. La meditación le provocaba un trance y visiones. Se cree que las visiones eran la base de sus predicciones para el futuro. En 1550, Nostradamus escribió su primer almanaque con información astrológica y predicciones para el año siguiente. Los almanaques eran muy populares en aquella época, ya que proporcionaban información útil para agricultores y comerciantes y contenían divertidas piezas de folclore local y predicciones del año siguiente. Nostradamus comenzó a escribir sobre sus visiones y a incorporarlas en su primer almanaque. La publicación tuvo una gran acogida y sirvió para difundir su nombre por toda Francia, lo que animó a Nostradamus a escribir más.

Profecías de Nostradamus

Para 1554, las visiones de Nostradamus se habían convertido en una parte integral de sus obras en los almanaques, y decidió canalizar todas sus energías en una obra masiva que tituló Siglos. Planeó escribir 10 volúmenes, que contendrían 100 predicciones que pronosticarían los próximos 2.000 años. En 1555 publicó Les Prophesies, una colección de sus principales predicciones a largo plazo. Posiblemente, al sentirse vulnerable a la persecución religiosa, ideó un método para oscurecer el significado de las profecías utilizando cuartetas – versos rimados de cuatro líneas – y una mezcla de otros idiomas como el griego, el italiano, el latín y el provenzal, un dialecto del sur de Francia. Curiosamente, Nostradamus mantenía una buena relación con la Iglesia Católica. Se cree que nunca fue procesado por herejía por la Inquisición porque no extendió sus escritos a la práctica de la magia. Su popularidad creció y se convirtió en una de las figuras más famosas del Renacimiento.

Nostradamus se enfrentó a cierta controversia con sus predicciones, ya que algunos pensaban que era un siervo del diablo, y otros decían que era un impostor o que estaba loco. Sin embargo, muchos más creían que las profecías estaban inspiradas espiritualmente. Se hizo famoso y fue solicitado por muchas de las élites europeas. Catalina de Médicis, esposa del rey Enrique II de Francia, fue una de las mayores admiradoras de Nostradamus. Tras leer sus almanaques de 1555, en los que insinuaba amenazas no identificadas para su familia, lo llamó a París para que le explicara y elaborara horóscopos para sus hijos. Unos años más tarde, le nombró consejero y médico ordinario de la corte del rey Enrique. En 1556, mientras ejercía este cargo, Nostradamus también explicó otra profecía de Siglos I, que se suponía que se refería al rey Enrique. La profecía hablaba de un «león joven» que vencería a uno mayor en el campo de batalla. El joven león atravesaría el ojo del mayor y éste moriría de forma cruel. Nostradamus advirtió al rey que debía evitar las justas ceremoniales. Tres años más tarde, cuando el rey Enrique tenía 41 años, murió en una justa cuando una lanza de este oponente atravesó la visera del rey y entró en su cabeza por detrás del ojo hasta lo más profundo del cerebro. Aguantó 10 agónicos días antes de morir finalmente de una infección.

Nostradamus afirmaba basar sus predicciones publicadas en la astrología judicial -el arte de predecir los acontecimientos futuros mediante el cálculo de los planetas y cuerpos estelares en relación con la tierra. Sus fuentes incluyen pasajes de historiadores clásicos como Plutarco, así como cronistas medievales de los que parece haber tomado prestado abundantemente. De hecho, muchos estudiosos creen que parafraseó antiguas profecías del fin del mundo (principalmente de la Biblia) y que, a través de lecturas astrológicas del pasado, proyectó estos acontecimientos en el futuro. También hay pruebas de que no todo el mundo estaba encantado con las predicciones de Nostradamus. Fue criticado por los astrólogos profesionales de la época por su incompetencia y por suponer que la horoscopia comparativa (la comparación de las configuraciones planetarias futuras con las que acompañan a los acontecimientos pasados conocidos) podía predecir el futuro.

¿Cómo murió Nostradamus?

Nostradamus sufrió de gota y artritis durante la mayor parte de su vida adulta. En los últimos años de su vida, la enfermedad se convirtió en un edema o hidropesía, donde se acumulan cantidades anormales de líquido bajo la piel o dentro de las cavidades del cuerpo. Sin tratamiento, la afección derivó en una insuficiencia cardíaca congestiva. A finales de junio de 1566, Nostradamus pidió ver a su abogado para redactar un extenso testamento, dejando gran parte de su patrimonio a su esposa e hijos. Se dice que la noche del 1 de julio le dijo a su secretario Jean de Chavigny: «No me encontrarás vivo al amanecer». A la mañana siguiente, se dice que fue encontrado muerto tirado en el suelo junto a su cama.

Nostradamus: Legado

La mayoría de las cuartetas que Nostradamus compuso durante su vida trataban sobre desastres como terremotos, guerras, inundaciones, invasiones, asesinatos, sequías, batallas y plagas. Los entusiastas de Nostradamus le atribuyen la predicción de numerosos acontecimientos de la historia mundial, como la Revolución Francesa, el ascenso de Napoleón y Hitler, el desarrollo de la bomba atómica, el asesinato de JFK y los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center. Más recientemente, los entusiastas afirman que Nostradamus predijo el surgimiento de COVID-19 cuando escribió: «Cerca de las puertas y dentro de dos ciudades/Habrá dos flagelos como nunca se han visto. El hambre dentro de la peste, la gente apagada por el acero/Llamando al gran Dios inmortal por alivio».

La popularidad de Nostradamus parece deberse en parte al hecho de que la vaguedad de sus escritos y su falta de fechas específicas hacen que sea fácil citarlos selectivamente después de cualquier evento dramático importante y reclamarlos retrospectivamente como verdaderos. Algunos estudiosos creen que no escribía para ser un profeta, sino para comentar los acontecimientos de su tiempo y la gente que lo habitaba. Sea cual sea su método o sus intenciones, las predicciones intemporales de Nostradamus siguen siendo populares entre quienes buscan respuestas a las preguntas más difíciles de la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.