Una mujer de 42 años acudió a nuestra clínica para que le extirparan unos bultos en el codo derecho. Dijo que los bultos no le molestaban, pero al preguntarle más, admitió que sus dedos se volvían blancos cuando se exponían al frío. Tenía acidez estomacal frecuente, pero negó fatiga, pérdida de peso, disfagia, diarrea, disnea, dolor torácico, palpitaciones, debilidad muscular o dolor digital.
En la exploración física, había múltiples nódulos subcutáneos pequeños y firmes -algunos con una superficie blanca- que sobresalían a través de la piel de su codo derecho (FIGURA 1A). Los nódulos eran ligeramente sensibles a la palpación. Al examinarla más detenidamente, observamos que la piel de los dedos estaba tensa y lisa (FIGURA 1B). El pulgar derecho estaba fijo en posición extendida (FIGURA 2). También había pequeños vasos sanguíneos en las manos y cicatrices picadas en las yemas de los dedos.
FIGURA 1
Nódulos en el codo y palos en los dedos
La paciente de 42 años acudió a la clínica para que le extirparan unos nódulos ligeramente sensibles en el codo derecho. La paciente también tenía la piel tensa y palos en los dedos.
¿Cuál es su diagnóstico?
¿Cómo trataría a esta paciente?
FIGURA 2
Pulgar fijado en posición extendida
La paciente tenía la piel tensa en los dedos y una cicatriz picada en el pulgar, que estaba fijado en posición extendida.