El rojo es un color confuso. Significa «Alto», pero también es el color de lo rápido, y si crees en los rumores, eso significa más multas. Si eres el propietario de un coche rojo, estate tranquilo. El color de tu coche no será la razón por la que te paren.
«No hay datos que apoyen la afirmación de que los coches rojos reciben más multas que los de cualquier otro color», afirma Carolyn Gorman, vicepresidenta de la Asociación de Información y Comercio de Seguros. El mito de un mayor volumen de multas para los coches rojos no proviene de las estadísticas. En un estudio realizado por CJ Pony Parts, el color más multado fue el blanco, con un 19% del total de multas por exceso de velocidad de las 924 estudiadas. Hay que reconocer que el segundo puesto lo ocupa el rojo (con un 16%).
Un factor más importante que el color a la hora de determinar si te van a multar es la marca del coche que conduces. Según el estudio de CJ Pony Parts, el vehículo con más probabilidades de ser multado es el Mercedes-Bens Clase SL. Un estudio de Insurance.com identifica al Subaru WRX como el más infractor. Pero, como señala el editor jefe de Insurance.com, Des Toups, «los coches no reciben multas, los conductores sí».
Los agentes de policía y la patrulla de carretera no buscan colores o vehículos llamativos. En cambio, se fijan en cómo se conduce. Una encuesta realizada por tres agencias de policía y dos expertos en tráfico independientes informó de que los cinco principales factores determinantes para poner una multa son:
- El exceso de velocidad
- El uso ilegal del teléfono móvil
- La conducción peligrosa
- Las infracciones de equipamiento
- El seguimiento demasiado estrecho y los cambios de carril inadecuados
Así que si ese coche rojo del concesionario te habla al alma, no dudes en sacarlo del concesionario. Sólo recuerda, no culpes al color del coche por las multas que puedas recibir.
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