Cuando tienes un dolor de cabeza, te sientes adolorido por hacer ejercicio o estás afectado por cólicos menstruales, tomar un par de ibuprofenos es un método probado y verdadero para aliviar el dolor. Pero, ¿y si los analgésicos de venta libre también pueden ayudar a sobrellevar los sentimientos de ansiedad o depresión?
Un nuevo artículo publicado en la revista Policy Insights from the Behavioral and Brain Sciences descubre que las dosis estándar de pastillas como el ibuprofeno y el paracetamol tienen un efecto adormecedor también en los dolores emocionales y psicológicos.
Los autores del artículo, Ratner et al., examinaron la investigación existente sobre este tema y encontraron una serie de ejemplos convincentes de cómo los analgésicos también funcionan como antidepresivos de baja intensidad.
En un estudio, las mujeres que tomaron ibuprofeno informaron de «menos sentimientos heridos por experiencias emocionales» en comparación con un grupo que tomó placebos. Podría ser un amortiguador útil si estás tratando de mantener la calma en el trabajo y no tienes tiempo para un derrumbe.
En noticias más inquietantes, otro estudio descubrió que el paracetamol puede dificultar la empatía, ya que los sujetos informaron de una menor angustia emocional después de leer sobre el sufrimiento de los demás.
Una investigación adicional demostró que el paracetamol disminuía las reacciones a los objetos emocionales, como las fotografías que representan eventos agradables o desagradables, y facilitaba que los individuos se desprendieran de los objetos sentimentales. (¿Quién necesita a Marie Kondo?)
Los autores describieron los resultados como «alarmantes», dado que los consumidores que toman analgésicos para aliviar los dolores físicos no esperan ningún efecto sobre la psique. También señalaron que se necesita más investigación para ver cómo estas dosis podrían interferir con los medicamentos recetados para la ansiedad y la depresión, lo que influiría en la forma en que los responsables políticos los regulan.