El cáncer de mama afecta a las mujeres con una alta mortalidad y morbilidad en todo el mundo. El riesgo es mayor en el mundo más desarrollado, pero también está aumentando notablemente en los países en desarrollo. Está bien documentado que la melatonina tiene una importante actividad antitumoral demostrada en varios tipos de cáncer en una plétora de estudios preclínicos. En el cáncer de mama, la melatonina es capaz de interrumpir la señalización celular dependiente de los estrógenos, lo que da lugar a una reducción de las células estimuladas por los estrógenos; además, se ha descrito su evidente efecto neuroinmunomodulador en el organismo. Varios estudios prospectivos han demostrado la correlación inversa entre los metabolitos de la melatonina y el riesgo de cáncer de mama. Esta correlación fue confirmada por estudios observacionales que encontraron niveles más bajos de melatonina en pacientes con cáncer de mama. Además, los estudios clínicos han demostrado que la alteración circadiana de la síntesis de melatonina, concretamente el trabajo en turno de noche, está relacionada con un mayor riesgo de cáncer de mama. En este sentido, una exposición adecuada a la luz/oscuridad con un uso más selectivo de la luz por la noche junto con la suplementación oral de melatonina puede tener beneficios para las mujeres de alto riesgo.
En este artículo se revisan los resultados de los estudios preclínicos actuales, el mecanismo de acción y la eficacia clínica de la melatonina en el cáncer de mama. La melatonina sola o en administración combinada parece ser un fármaco apropiado para el tratamiento de los estadios iniciales del cáncer de mama con una baja toxicidad documentada en un amplio rango de dosis. También se discuten estas y otras cuestiones.