Dos semanas después (su primera cita disponible), estaba en la oficina del Dr. Dubow en Beverly Hills acribillándolo a preguntas.
Entre: PRP
Entonces, ¿qué es exactamente PRP? «Son las siglas de ‘plasma rico en plaquetas'», explicó el Dr. Dubow. «Las plaquetas, que se encuentran en la sangre, están cargadas de proteínas llamadas factores de crecimiento que aceleran la curación de las heridas». Resulta que, en concentraciones suficientemente altas, se cree que los factores de crecimiento también ayudan a combatir la caída del cabello. «Estimulan el folículo piloso para que se encienda, si ha estado en un estado dormido, y si ya está despierto, es como darle un impulso vitamínico, ayudando a que el pelo crezca más largo y grueso», dijo el Dr. Dubow.
El dolor fue… exquisito. Aullé y grité y hablé con frases enteras compuestas por la palabra con «f»…
El tratamiento fue bastante sencillo. La sangre extraída del paciente se coloca en una centrifugadora especial y se hace girar para separar los componentes: glóbulos rojos, plasma y plasma rico en plaquetas. Este último se extrae y se centrifuga una segunda vez para conseguir una concentración óptima de factores de crecimiento (de cinco a diez veces mayor que en el torrente sanguíneo). Por último, se inyecta en el cuero cabelludo del paciente allí donde experimenta el adelgazamiento.
El tratamiento, realizado en la consulta, dura menos de 20 minutos y se considera bastante seguro, siendo el mayor factor de riesgo la infección en los puntos de inyección. Para obtener un resultado óptimo, se recomiendan seis sesiones en un año. El Dr. Dubow empezó a ofrecer PRP hace menos de un año, pero ya ha visto resultados positivos. «Alrededor del 80% de mis pacientes han visto que su caída se ralentiza o se detiene por completo», dijo, señalando que recomienda hacer la terapia junto con otros tratamientos para la caída del cabello, como el minoxidil o la espironolactona. «Muchos también ven un nuevo crecimiento y me dicen que su cabello existente se siente más grueso y lleno». ¿El coste? La media se sitúa en torno a los 1.250 dólares por tratamiento (o 5.900 si se paga por adelantado el primer año).
Espera, ¿cuánto?
«Hay una amplia gama de tarifas», dijo el Dr. Dubow, señalando que había visto tratamientos ofrecidos por tan sólo 500 dólares. «Pero los sistemas que consiguen las mayores concentraciones de PRP son los que requieren más trabajo. También creo que es importante que sea un médico el que ponga las inyecciones».
Definitivamente no iba a ser barato, ni siquiera con un descuento de prensa. Pero maldita sea, ¡yo quería pelo! Los mechones gruesos como los de Gigi Hadid podían estar fuera de mi alcance, pero ¿no me merecía al menos el de Bella? Esto no se sentía como pasar por un mal brote o tener caderas que no encajaban bien con las últimas siluetas de moda. Se supone que a las mujeres no se les cae el pelo. No importa lo común que sea, en nuestra sociedad, no sólo es poco atractivo sino francamente poco femenino, pensé. (Lo sé, lo sé, mi pelo no es lo que me hace ser yo, pero quiero ser honesta sobre lo que siento aquí… y es esto.)
El Dr. Dubow se inclinó más cerca para examinar mi cuero cabelludo. Contó 18 pelos dentro de una pequeña área que normalmente alberga alrededor de 25. «Usted es un buen candidato», concluyó. «Este tratamiento no funciona en zonas con poco o ningún pelo. Estás adelgazando, pero aún no estás demasiado lejos».
¿Todavía? Uf. Tenía mi tarjeta de crédito lista antes de llegar a la recepcionista. Una semana más tarde, volví para mi primer tratamiento, pero las cosas no fueron exactamente según el plan.
Hagamos esto
El enfermero, Manuel, me informó de que me sacaría 50 cc de sangre. Para alguien que se marea al ver un corte de papel, esta no fue una buena noticia. Afortunadamente, Manuel, un experto conversador, desvió mi atención de forma amena hasta que todo terminó.
Después, el Dr. Dubow llegó y se ofreció a anestesiar la zona de tratamiento. «No hay tiempo», dije, explicando que debía volver al trabajo en una hora para una reunión. Utilizando un rodillo refrigerante como agente anestésico, procedió a administrar 35 inyecciones en forma de cuadrícula -cinco filas, siete inyecciones por fila- en la parte superior frontal de mi cuero cabelludo.
El dolor fue… exquisito. Aullé y grité y hablé con frases enteras que incluían la palabra con «f».
Cuando terminó, me enfadé por haberme sometido a algo que, si los otros tratamientos para la caída del cabello que había probado eran un indicio, probablemente no funcionaría de todos modos.
Pero la noche siguiente, cuando me lavé el pelo, ocurrió algo curioso. Apenas se me cayó. Normalmente, me deshago de entre 15 y 20 cabellos, pero esta vez… Cinco, como máximo. Y también se quedó en ese ritmo. Luego, aproximadamente un mes después, me di cuenta de que habían brotado parches de pelos de bebé por toda la parte superior de mi cabeza. Cientos de ellos. Tuve que quitarlos con laca para el pelo. Definitivamente no era mi mejor aspecto, pero no me importaba.
En mi segunda cita, el Dr. Dubow también observó los nuevos pelos. «Estás respondiendo muy bien», dijo. Sin embargo, se apresuró a recordarme que el tratamiento no es una solución mágica, al menos no todavía. «No estamos en la fase en la que se puede esperar que vuelva a crecer una cabeza completa de cabello», dijo. Pero creo que el PRP mejorará con el tiempo». Aprovechar el poder del cuerpo humano es lo que promete el futuro de la medicina. Hasta ahora, nos hemos basado principalmente en los fármacos».
Asentí con la cabeza. Me di cuenta de que había dado mi mejor pelea a la pérdida de cabello. Si los mechones voluminosos no estaban en mi futuro, encontraría otras formas de sentirme bella. Una mujer no es la suma de los cabellos de su cabeza.
«¿Quiere anestesia local esta vez?», preguntó el Dr. Dubow, cogiendo una jeringa.
«Sí», dije. «Please.»
Correction: Una versión anterior de esta historia decía que la sangre extraída era de 500 cc. En realidad son 50 cc.
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