Entrevista con Franziska, consultora de Alemania
Soy originaria de Alemania, pero vivía en Italia en el momento en que me infecté de toxoplasmosis. Italia es uno de los pocos países en los que las mujeres embarazadas se someten a pruebas rutinarias, y en Alemania no, así que tuve suerte de que me hicieran las pruebas. Nunca se me habría ocurrido pedir esta prueba si no me la hubieran proporcionado.
Cuando me hicieron la prueba, el médico encontró anticuerpos específicos de la inmunoglobulina Toxoplasma gondii, lo que indicaba que tenía una infección actual o muy reciente. Contraje la enfermedad justo antes de quedarme embarazada. Conocía los factores de riesgo de la toxoplasmosis, pero comía frutas y verduras crudas como hace todo el mundo en Italia. Por supuesto, es importante evitar ciertos alimentos durante el embarazo o cuando se planea quedarse embarazada, como el queso de leche cruda y la carne cruda, pero ¿dónde está el límite? Nunca sabré realmente cómo contraje la enfermedad, pero mirando hacia atrás recuerdo un periodo de unos días en el que tuve síntomas parecidos a los de la gripe, justo antes de quedarme embarazada.
Con la combinación de mi avanzada edad y el riesgo de infección, mis médicos decidieron hacer una amniocentesis. A pesar del riesgo para el bebé, era necesario ver si había anticuerpos de Toxoplasma en mi líquido amniótico, lo que indicaba que la infección podría haberse transmitido a mi bebé. Por suerte, la prueba demostró que no era positiva para la infección. De nuevo, tuve mucha suerte, porque pude acudir a un destacado ginecólogo y médico especialista en fertilidad de Berlín. Me hizo un cribado muy exhaustivo mediante ecografía y amniocentesis durante todo el embarazo. La infección, las pruebas y el tratamiento hicieron que mi embarazo fuera más complicado, laborioso y ciertamente muy aterrador. Tuve la suerte de que mis distintos médicos estuvieran dispuestos a colaborar entre sí, y toda la atención que recibí estuvo definitivamente por encima de lo que se considera normal.
Una combinación de 2 antibióticos durante 2 meses
Las circunstancias de mi embarazo fueron difíciles, porque en realidad nunca hablé de mi infección por toxoplasmosis con nadie durante el embarazo. Lo mantuve todo en secreto y tenía demasiado miedo de hablar de ello antes de saber que mi bebé estaría a salvo. Tomé una combinación de antibióticos durante al menos dos meses de embarazo. Fue muy aterrador y difícil tomar estas grandes decisiones sobre el tratamiento, porque el tratamiento en sí mismo supone un riesgo para el niño. La probabilidad de que el niño se infecte es muy alta, lo que hace que el tratamiento sea más difícil, ya que no hay una solución única. Mi hija tenía un día de vida cuando le hicieron pruebas oculares exhaustivas, así como escáneres cerebrales y análisis de sangre. Tengo la gran suerte de que mi hija estaba completamente sana, pero ese primer día de su vida fue aterrador mientras esperaba los resultados.
Es difícil ofrecer consejos a las mujeres, y aunque todas ellas deben tener cuidado, mantener un equilibrio entre evitar los riesgos y llevar una vida normal puede ser complicado. Por supuesto, cuando se piensa en quedarse embarazada hay que cambiar el estilo de vida y evitar ciertos alimentos de alto riesgo, pero también es importante practicar la manipulación segura de todos los alimentos, como las frutas y las verduras. Por suerte, como la prevalencia es tan alta, la gente en Italia es bastante consciente de los riesgos, y por eso las pruebas durante el embarazo son rutinarias. Sin embargo, en muchos otros países, la gente suele asociar la enfermedad sólo con el hecho de tener un gato, que no es la forma en que la mayoría de la gente se infecta. Creo que lo que realmente marcaría la diferencia sería una mayor concienciación sobre la enfermedad y cómo prevenirla, especialmente la manipulación adecuada de los alimentos y la elección segura de lo que comemos.