Tankersley dijo que cree en los informes que dicen que Steve Jobs había querido ir a la universidad, pero abandonó porque su padre, un maquinista, no podía pagar la matrícula. Según Tankersley, el joven abandonó el Reed College y posteriormente asistió a algunas clases en Stanford. La madre de Jobs era ama de casa.
Sin embargo, Paul apoyaba los intereses de Steve. «Paul era muy bueno para ayudar a los niños con cualquier cosa que quisieran hacer. Construyó el banco de trabajo, lo armó para ellos», dijo.
Según los informes, los padres de Steve Jobs decidieron mudarse a Los Altos porque las escuelas eran mejores. Jobs se graduó en el Homestead High School, donde compartió clase con la hija mayor de Tankersley.
«Me impactó mucho. Sabíamos que estaba muy enfermo y que lo había estado durante mucho tiempo. Pero cuando nos enteramos de la noticia y lo vimos en la televisión y todo lo demás, me sentí realmente aturdido por ello», dijo. «Tiene la misma edad que nuestros hijos, y no te gusta ver morir a la gente así, y tan joven. Y saber lo que podría haber hecho si hubiera seguido viviendo…»
Catherine Jacobs, ahora profesora de la escuela secundaria de Homestead, fue otra de las vecinas a las que Jobs pidió ayuda para montar la nueva oficina de Apple. Jacobs, que habló con Patch poco después de que Jobs renunciara a Apple, tenía entonces su propio negocio en Los Gatos.
«Iba de un lado a otro diciéndonos que podíamos poner recetas en esta nueva máquina que estaba inventando, ya sabes, este ordenador personal. Eso no nos impresionó».
Así que ella le preguntó cuánto sería su salario, y Jobs dijo que sólo podía ofrecerle acciones de la compañía.
Y yo dije, ‘Oh no, no puedo tener acciones falsas. Me tienen que pagar’. Y el dijo OK. Y eso fue todo.
«No me arrepiento, no me arrepiento porque disfruto mucho de la enseñanza», dijo.