Al dirigir un negocio, como todos sabemos, habrá días difíciles, momentos duros y periodos estresantes. Aunque no es fácil encontrar el lado bueno de las cosas, tener una actitud positiva puede ayudarnos a superar las malas rachas.
Aquí tienes algunos beneficios que el optimismo y la positividad pueden aportar, incluso ante la adversidad:
Ve el fracaso como un nuevo comienzo.
El fracaso no es el final, de hecho a menudo es el comienzo de algo grande. Cuando las cosas van bien, vamos a la deriva sin dar ningún salto cuántico. Cuando las cosas van mal, nuestro mundo se tambalea, lo que nos obliga a crecer, a ver cosas nuevas y a empezar de nuevo.
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El optimismo nos permite aprender de los fracasos, recoger los pedazos y pasar a algo más grande. Las mejores ideas de negocio, y momentos de la vida, pueden nacer del fracaso.
Ser expansivo.
El pesimismo hace que nos contraigamos y rehuyamos las cosas nuevas o aventureras. Hace que nos fijemos en las posibilidades negativas y estemos atrapados por el miedo al fracaso.
El optimismo, sin embargo, nos abre a nuevas ideas, nuevas experiencias y nuevas posibilidades. Nos libera para considerar nuevas opciones y cambiar nuestros negocios, y nuestras vidas, para mejor. Nos ayuda a mirar hacia el futuro y a crear realidades expansivas y evolutivas.
Consigue salud.
Habitar la negatividad no es saludable. Los optimistas no sólo suelen ser más felices y estar menos estresados, sino que también tienden a tener un corazón más sano.
En un estudio realizado con más de 5.100 adultos, los investigadores de la Universidad de Illinois descubrieron que los más optimistas tenían un 76 por ciento más de probabilidades de tener puntuaciones de salud en un rango ideal. Además, los optimistas tenían niveles de azúcar y colesterol en sangre significativamente mejores, hacían más ejercicio y tenían índices de masa corporal más saludables, y eran menos propensos a fumar que los pesimistas.
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Centrarse en lo positivo, en lugar de en lo negativo, mejora el bienestar mental, lo que puede motivar a los individuos a cuidar mejor de sus cuerpos, también.
Difundir buenas vibraciones.
El optimismo es contagioso. Tener una actitud optimista puede inspirar a todos los que nos rodean. Una encuesta realizada por Gallup reveló que sólo el 35% de los directivos estadounidenses están comprometidos con su trabajo. Esta falta de compromiso y su impacto en los empleados cuesta a Estados Unidos entre 77.000 y 96.000 millones de dólares cada año.
La actitud lo es todo. Los líderes optimistas pueden ayudar a motivar y comprometer a sus empleados. Un equipo positivo se verá impulsado a cumplir los objetivos y a trabajar juntos para hacer avanzar las cosas.
Es la mejor opción.
No hay mejor alternativa que el optimismo. El pesimismo no consigue mucho y no tiene ninguna ventaja sobre el optimismo. Ser optimista obviamente no significa ver el arco iris las 24 horas del día. No todo va a ir siempre bien. Pero el optimismo nos ayuda a ver nuevas oportunidades, a aprender de las diferentes situaciones y a seguir avanzando.
En la vida, el movimiento y el crecimiento son esenciales, algo que el optimismo nos ayuda a conseguir.
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