Los 10 principales miedos de la gente

Escrito por: Julia Flaherty

Puede que te sientas como un extraño por alucinar con ciertas cosas, pero, lo más probable es que compartas más miedos con tu vecino de los que creerías. Así que no te avergüences. Estos 10 temores principales (sin ningún orden en particular) son algunos de los más comunes en todo el mundo.

  1. Fobías sociales

Seamos sinceros. Una cosa es acercarse a la chica a la que has echado el ojo desde el otro lado de la habitación en una fiesta, y otra muy distinta es armarse de valor para ir a la propia fiesta. El mero hecho de pensar en interactuar con los demás puede hacer que te sientas cohibido. Según ABC, una de cada 20 personas tiene algún tipo de fobia social.

  1. Agorafobia

Si los espacios abiertos le dan miedo, puede que entre en esta categoría. Puede parecer que no es nada para las personas que no la padecen, pero para las que sí, puede ser debilitante. Las personas con agorafobia pueden sufrir una ansiedad tan grave ante los espacios abiertos que no salen de casa.

  1. Aracnofobia

Según fearof.net, esta fobia afecta cuatro veces más a las mujeres que a los hombres. El 48% de las mujeres y el 12% de los hombres tienen miedo a los bichos espeluznantes que ya sabes que son las arañas. Aunque, sinceramente, ¿quién no gritaría al despertarse con una tarántula junto a su almohada?

  1. Acrofobia

¡No mires hacia abajo! Mientras que algunos pueden sufrir vértigo (mareos) cuando se exponen a las alturas, otros lo temen tanto que evitan por completo las escaleras abiertas, las escaleras mecánicas o los ascensores de cristal. El miedo a las alturas es muy real y da mucho miedo.

  1. Claustrofobia

¿Has sentido alguna vez pánico al sentarte en el interior de una cabina mientras estás con un grupo en un restaurante, como si no pudieras salir y necesitaras encontrar la salida inmediatamente? ¿Sientes que las paredes se cierran sobre ti cuando estás en espacios pequeños? Si los espacios cerrados pequeños te asustan, es posible que sufras esta fobia.

  1. Pteromanofobia

El miedo a volar afecta aproximadamente a 25 millones de ciudadanos estadounidenses. Aunque, estadísticamente, es más probable morir en un accidente de coche o ser alcanzado por un rayo que morir volando en un avión, este miedo está muy presente para los viajeros de todo el mundo.

  1. Entomofobia

Este es otro miedo espeluznante que la gente tiene en todo el mundo. A pesar de que juegan un papel muy importante en el mantenimiento y desarrollo de nuestro ecosistema, la gente puede ver los insectos y querer correr inmediatamente.

  1. Ofidiofobia

El miedo a las serpientes no está reservado sólo a las escenas dramáticas de la televisión o el cine. Aunque no todas son venenosas, el siseo y el movimiento de una serpiente por sí solos provocan pánico en algunas personas. La buena noticia, sin embargo, según ABC, es que si las dejas en paz, ¡te dejarán en paz! Así que la próxima vez que vayas de excursión por un desierto, haz como si no estuvieran allí…

  1. Astrafobia

El miedo a las tormentas puede devolverte a tu infancia de esconderte bajo las sábanas y ver películas de animación con tus padres hasta que pase la tormenta. Aunque no está directamente relacionado con el miedo a ser alcanzado por un rayo, esto puede formar parte de él para algunas personas. El estruendo de los truenos también asusta enormemente a las personas con astrafobia.

  1. Tripofobia

Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 saben mejor que nadie que el miedo a las agujas puede ser real. Superarlo cuando tienes que inyectarte como múltiples veces al día con inyecciones de insulina puede ser aterrador, pero en algunos casos, no tienes otra opción. Por muy desagradable que sea tener un trozo de metal afilado clavado en el brazo, es posible superar el miedo a las agujas, como ocurre con todas estas fobias.

La mejor manera de disminuir el miedo a cualquier cosa es exponerse subconscientemente a ella, según Psychology Today. Los estudios han demostrado que la exposición subliminal a imágenes de lo que se teme puede ayudar a tener menos miedo de ello. Con el tiempo, los estímulos se vuelven menos presentes, menos amenazantes y más naturales para usted.

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