Los anticoagulantes pueden salvar la vida de muchas personas. Impiden que la sangre se vuelva demasiado espesa y evitan que se formen coágulos, lo que puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. También pueden ayudar a ralentizar el crecimiento de cualquier coágulo existente.
Hay muchos tipos de anticoagulantes de prescripción, algunos de los cuales han estado disponibles durante décadas y otros son medicamentos más nuevos. Hay una serie de factores que pueden influir en la elección del anticoagulante, y su médico del Oklahoma Heart Hospital le recetará la mejor opción para sus necesidades específicas. Algunas opciones de anticoagulantes son la warfarina (conocida por las marcas Coumadin o Jantoven), Lovenox, Heparina, Pradaxa, Eliquis y Xarelto.
¿Quién necesita anticoagulantes?
Los anticoagulantes se recetan a las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ictus debido a un ritmo cardíaco irregular, una enfermedad del corazón o de los vasos sanguíneos, una trombosis venosa profunda (TVP) o un ataque al corazón o un ictus anterior. El uso de anticoagulantes puede ayudar a reducir el riesgo de infarto o ictus en estos pacientes. Algunos pacientes toman anticoagulantes sólo durante un corto periodo de tiempo, mientras que otros pacientes pueden tomar un anticoagulante diariamente durante muchos años.
¿Cómo determinan la dosis de mi anticoagulante?
Puede llevar algún tiempo determinar la dosis ideal de anticoagulante para sus necesidades específicas. Su médico trabajará estrechamente con usted para supervisar su dosis y puede solicitar análisis de sangre para comprobar ciertos niveles y determinar la eficacia de la medicación.
Informe a su médico sobre cualquier medicamento de venta libre, suplementos de hierbas, vitaminas, medicamentos recetados o cualquier otra cosa que esté tomando, ya sea a diario o sólo a veces. Muchas de estas sustancias pueden afectar a la eficacia de un anticoagulante.
La dieta también es importante cuando se toman anticoagulantes, ya que algunas vitaminas y minerales presentes de forma natural en los alimentos pueden afectar a la eficacia de los anticoagulantes. Hable con su médico sobre los alimentos que debe evitar o consumir de forma constante mientras toma la medicación.
Es importante que tome sus anticoagulantes exactamente como se lo indique su médico en la etiqueta del medicamento. Si tiene alguna duda sobre las instrucciones, póngase en contacto con su médico o farmacéutico para comentarlo. Tomar una cantidad insuficiente del medicamento puede significar que éste no funcione tan bien, y tomar una cantidad excesiva puede aumentar el riesgo de hemorragia.
¿Cuál es el riesgo de hemorragia con los anticoagulantes?
Debido a que los anticoagulantes actúan para evitar la formación de coágulos en el organismo, existe un mayor riesgo de hemorragia externa e interna cuando se toma cualquiera de estos medicamentos. Cuando se toman anticoagulantes, se puede sangrar más incluso por una simple herida, como un corte de papel o un pequeño hematoma.
Su médico puede indicarle que evite los deportes de contacto cuando tome un anticoagulante, y debe tener especial cuidado para evitar lesiones cuando utilice cuchillos, tijeras o herramientas de jardín. Si sufre una lesión que pueda provocar una hemorragia interna, como una caída o incluso un pequeño accidente de coche, busque atención médica inmediatamente para comprobar si hay una hemorragia interna.
Asegúrese de informar a todos los demás proveedores de servicios médicos de que está tomando un anticoagulante antes de cualquier procedimiento, incluido el trabajo dental o la cirugía. A algunos pacientes se les puede indicar que dejen de tomar su anticoagulante un determinado número de días antes de un procedimiento médico, mientras que a otros pacientes se les aconsejará que retrasen un procedimiento hasta que dejen de tomar un anticoagulante. Como siempre, consulte a su médico del Oklahoma Heart Hospital si tiene alguna duda sobre su medicación y si debe o no dejar de tomarla antes de un procedimiento médico.