Lesiones comunes al correr: Dolor de pies

Correr supone un esfuerzo extra para los 26 huesos y 30 articulaciones del pie, por lo que no es extraño que se produzcan lesiones por sobreuso y traumatismos. A continuación se ofrece una lista de las afecciones del pie que suelen asociarse a la práctica del running. Las personas con pies planos o arcos altos y las personas con sobrepronación tienden a tener un mayor riesgo de sufrir estas lesiones.

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Fascitis plantar
Los corredores que experimentan un dolor punzante en el talón pueden tener fascitis plantar. El dolor puede empeorar al subir escaleras, al estar de pie durante mucho tiempo o después de un descanso prolongado, como al levantarse de la cama por la mañana.

Ver Síntomas de la Fascitis Plantar

La fascia plantar es una banda gruesa de tejido fibroso que recorre la parte inferior del pie entre los dedos y el talón. Si la fascia se inflama, puede causar síntomas dolorosos que van desde lo ligeramente molesto hasta lo debilitante. Los tratamientos conservadores, como el reposo, los estiramientos y los medicamentos antiinflamatorios de venta libre (por ejemplo, el ibuprofeno), tienen éxito en el tratamiento del 90% de los casos.1

Ver Fascitis Plantar: Opciones de tratamiento inicial

Metatarsalgia
Los pacientes con metatarsalgia a veces dicen tener la sensación de que hay guijarros en sus zapatos o moretones en las plantas de los pies. El dolor se produce entre los dedos 2º y 3º, 3º y 4º, o cerca del dedo gordo, y es más notable al correr, caminar o estar de pie.

Los síntomas de la metatarsalgia se desarrollan cuando se ejerce una presión excesiva sobre los huesos metatarsianos, los huesos largos del pie que conducen a los dedos. El entrenamiento intenso para correr puede provocar metatarsalgia. Otros factores de riesgo son el uso de zapatos de tacón mal ajustados.

Neuroma de Morton
El neuroma de Morton se produce cuando un tejido fibroso crece alrededor de un nervio del pie. Los síntomas son iguales o similares a los de la metatarsalgia, pero también incluyen sensaciones de ardor u hormigueo, entumecimiento y/o un dolor agudo, punzante o punzante.

Algunos médicos consideran que el neuroma de Morton es un tipo de metatarsalgia (algunos incluso lo llaman metatarsalgia de Morton), mientras que otros lo consideran un diagnóstico independiente. El neuroma de Morton también se denomina a veces neuroma del antepié o neuroma interdigital. Esta afección justifica una visita al médico y puede empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente.

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Fractura por estrés
Una fractura por estrés es una pequeña grieta que se desarrolla gradualmente a través de la tensión repetitiva en un hueso. El impacto del footing puede hacer que se desarrolle una fractura por estrés en el pie, más frecuentemente en un hueso metatarsiano, uno de los huesos largos que se unen con los dedos. Con el tiempo, el dolor se acentuará y el pie puede aparecer hinchado y magullado.

Vea todo sobre las fracturas por estrés

Presionar la parte superior del pie afectado puede causar un dolor intenso. El dolor será más perceptible durante y después de la actividad de carga de peso y menos perceptible después de dormir, cuando el hueso ha tenido tiempo de descansar.

Las fracturas por estrés pueden ser difíciles de ver en una radiografía estándar. Un diagnóstico definitivo puede requerir una resonancia magnética o una gammagrafía ósea, aunque este paso no siempre es necesario antes del tratamiento no quirúrgico. La recuperación suele durar de 4 a 6 semanas. Una persona con osteoporosis tiene huesos menos densos y es más probable que sufra fracturas por estrés.

Si un pie o tobillo doloroso no mejora con reposo en dos o tres semanas, o si el dolor es intenso, se justifica la atención médica. Un médico de atención primaria, un fisiatra, un podólogo o un ortopedista pueden hacer un diagnóstico y recomendar un tratamiento.

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