Los neurocientíficos han establecido recientemente una correlación entre el aumento de las ondas cerebrales alfa -ya sea a través de la estimulación eléctrica o de la atención plena y la meditación- y la capacidad de reducir los síntomas depresivos y aumentar el pensamiento creativo.
Nuestros diversos estados de conciencia están directamente conectados con el entorno eléctrico, químico y arquitectónico del cerebro, siempre cambiante. Los hábitos diarios de comportamiento y los procesos de pensamiento tienen la capacidad de alterar la arquitectura de la estructura y la conectividad del cerebro, así como las oscilaciones neuronales neuroquímicas y eléctricas de su mente.
En entradas anteriores, he escrito sobre cómo la neuroplasticidad y la neurogénesis (crecimiento de nuevas neuronas) pueden alterar la conectividad arquitectónica entre las regiones del cerebro y aumentar el volumen cerebral, lo que impacta directamente en la función cognitiva. También he explorado cómo los «neuroquímicos de la felicidad» -endorfinas, endocannabinoides, dopamina, serotonina y oxitocina- pueden hacernos sentir bien cuando hacemos cosas como el ejercicio y pasamos tiempo con nuestros seres queridos al cambiar el entorno químico del cerebro. En este artículo, me centraré en el entorno eléctrico del cerebro y en los recientes descubrimientos sobre cómo las ondas cerebrales afinan nuestra conciencia, basándome en los nuevos hallazgos de que la estimulación de las ondas alfa puede potenciar la creatividad y reducir la depresión.
¿Qué son las ondas cerebrales?
Su cerebro está formado por miles de millones de neuronas en diferentes regiones que utilizan la electricidad como forma de comunicarse entre sí. Cuando sus sinapsis se disparan en sincronía, crean combinaciones unificadas de millones de neuronas que marchan al unísono como una «red neuronal» armonizada que está vinculada a un estado de conciencia específico, a sus pensamientos y a su estado de ánimo.
La combinación de actividad eléctrica sincronizada en el cerebro se denomina «onda cerebral» por su naturaleza cíclica y «ondulatoria». Las ondas cerebrales pueden detectarse mediante equipos médicos, como el electroencefalograma (EEG), que mide la oscilación de los niveles de electricidad en diferentes zonas del cuero cabelludo.
En 1924, el fisiólogo y psiquiatra alemán Hans Berger registró el primer EEG humano. Berger también inventó el electroencefalograma y dio su nombre al aparato.
En la raíz de todos nuestros pensamientos, emociones y comportamientos está la comunicación entre neuronas. Las ondas cerebrales son producidas por pulsos eléctricos sincronizados de masas de neuronas que se comunican entre sí.
Las ondas cerebrales se dividen en cinco anchos de banda diferentes que se cree que crean un espectro de conciencia humana. Nuestras ondas cerebrales cambian a lo largo del día y forman parte de un bucle de retroalimentación que está influenciado por lo que estamos haciendo, pensando y sintiendo emocionalmente en un momento dado, o mientras dormimos.
LO BÁSICO
- ¿Qué es la depresión?
- Encontrar asesoramiento para superar la depresión
- Las ondas delta (.5 a 3 Hz) son las ondas cerebrales más lentas y se producen principalmente durante nuestro estado más profundo de sueño sin sueños.
- Las ondas Theta (de 3 a 8 Hz) se producen durante el sueño, pero también se han observado en los estados más profundos de la meditación zen.
- Las ondas Alfa (de 8 a 12 Hz) están presentes cuando el cerebro se encuentra en un estado predeterminado de inactividad que se crea normalmente cuando se sueña despierto o se practica conscientemente la atención plena o la meditación. Las ondas alfa también pueden crearse haciendo ejercicio aeróbico.
- Las ondas beta (12-30 Hz) suelen dominar nuestros estados de conciencia normales de vigilia y se producen cuando la atención se dirige a tareas cognitivas y de otro tipo. La beta es una actividad de ondas «rápidas» que está presente cuando estamos alerta, atentos, concentrados y ocupados en la resolución de problemas o en la toma de decisiones. La depresión y la ansiedad también se han relacionado con las ondas beta porque pueden conducir a patrones de pensamiento «rutinarios».
- Las ondas gamma (25 a 100 Hz) suelen rondar los 40 Hz y son las más rápidas de las ondas cerebrales. Las ondas gamma se relacionan con el procesamiento simultáneo de la información de diferentes áreas cerebrales y se han asociado con estados superiores de percepción consciente.
Ondas alfa, biorretroalimentación, meditación y atención plena
Las ondas alfa cobraron protagonismo a principios de los años 60 y 70 con la creación de la biorretroalimentación, una técnica utilizada para alterar conscientemente las ondas cerebrales mediante la retroalimentación directa proporcionada por un dispositivo de tipo EEG. La biorretroalimentación es un tipo de neurorretroalimentación que se utiliza normalmente para enseñar a los profesionales a crear ondas cerebrales alfa.
Cuando las oscilaciones alfa son prominentes, sus entradas sensoriales tienden a minimizarse y su mente está generalmente despejada de pensamientos no deseados. Cuando su cerebro cambia de marcha para centrarse en un pensamiento específico -ya sea de forma positiva o negativa- las oscilaciones alfa tienden a desaparecer y las oscilaciones de mayor frecuencia comienzan a dirigir el espectáculo.
Depresión Lecturas Esenciales
La biorretroalimentación de ondas alfa ha demostrado ser una herramienta útil para tratar la ansiedad y la depresión. Debido a que las ondas alfa están relacionadas con estados mentales relajados, un aumento de la actividad de las ondas alfa es el objetivo de la mayoría de los entrenamientos de biorretroalimentación. El EEG puede utilizarse para proporcionar una retroalimentación momento a momento cuando las ondas alfa aumentan o disminuyen.
El entrenamiento de la atención plena y la meditación tienden a producir notablemente más ondas alfa sin el uso de maquinaria tecnológica. Neurocientíficos de la Universidad de Brown investigan cómo el cerebro logra una «inatención óptima» al cambiar la sincronización de las ondas cerebrales entre diferentes regiones del cerebro. Su estudio de 2015, «Attention Drives Synchronization of Alpha and Beta Rhythms between Right Inferior Frontal and Primary Sensory Neocortex» (La atención impulsa la sincronización de los ritmos alfa y beta entre el frontal inferior derecho y el neocórtex sensorial primario), se publicó en el Journal of Neuroscience. Los investigadores de Brown esperan que enseñar a las personas a aprovechar el «poder de ignorar» mediante la creación de un estado cerebral alfa a través de la atención plena permitirá a cualquier persona que sufra de dolor crónico reducir la percepción del dolor y a las personas que tienen depresión o ansiedad minimizar sus síntomas. (Véase «5 formas basadas en la neurociencia para despejar la mente»)
La estimulación eléctrica del cerebro puede crear oscilaciones alfa
Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) ha identificado la primera evidencia de que una dosis baja de corriente eléctrica de 10 hercios puede mejorar la actividad de las ondas cerebrales alfa y potenciar la creatividad en un 7.4 por ciento en adultos sanos.
El estudio de 2015, «Functional Role of Frontal Alpha Oscillations in Creativity», fue publicado en la revista Cortex. En un comunicado de prensa, Flavio Frohlich, profesor adjunto de psiquiatría, biología celular y fisiología, ingeniería biomédica y neurología en la UNC dijo:
Este estudio es una prueba de concepto. Hemos aportado la primera prueba de que la potenciación específica de las oscilaciones alfa es un desencadenante causal de un comportamiento específico y complejo, en este caso, la creatividad.
Pero nuestro objetivo es utilizar este enfoque para ayudar a las personas con enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Por ejemplo, hay pruebas sólidas de que las personas con depresión tienen alteradas las oscilaciones alfa. Si pudiéramos potenciar estos patrones de actividad cerebral, podríamos ayudar a muchas personas.
«El hecho de que hayamos conseguido potenciar la creatividad de una forma específica de la frecuencia -en un estudio cuidadosamente realizado a doble ciego y controlado con placebo- no significa que podamos tratar definitivamente a las personas con depresión», advirtió Frohlich. «Pero si las personas con depresión están atrapadas en un patrón de pensamiento y no logran comprometerse adecuadamente con la realidad, entonces pensamos que es posible que mejorar las oscilaciones alfa podría ser un paradigma de tratamiento significativo, no invasivo y barato para ellos – de manera similar a cómo mejoró la creatividad en los participantes sanos».»
¿Cómo las ondas cerebrales sincronizadas afinan la conciencia?
En un descubrimiento innovador, los neurocientíficos dirigidos por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard (HMS) en el Sistema Sanitario de Boston de la Asociación de Veteranos han identificado una clase específica de neuronas -las neuronas parvalbúminas GABA del cerebro anterior, o «neuronas PV»- que desencadenan la creación de varias ondas cerebrales que están vinculadas a diversos estados de conciencia.
El estudio de 2015, «Cortically Projecting Basal Forebrain Parvalbumin Neurons Regulate Cortical Gamma Band Oscillations», se publicó en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En un comunicado de prensa, el coautor Robert W. McCarley, profesor de psiquiatría del HMS y jefe del Departamento de Psiquiatría del Centro Médico de Veteranos de Boston, dijo:
Esto supone un avance hacia una teoría unificada del control de la conciencia. Sabíamos que el cerebro anterior basal es importante para activar y desactivar la conciencia en el sueño y la vigilia, pero ahora hemos descubierto que estas células específicas también desempeñan un papel clave en la activación de los ritmos sincronizados que caracterizan el pensamiento consciente, la percepción y la resolución de problemas.
McCarley añadió que comprender el mecanismo que utiliza el cerebro para sincronizar el pensamiento consciente y coherente podría sugerir posibles terapias para trastornos como la esquizofrenia, en la que el cerebro no logra formar estas ondas características.
«Nuestro cerebro necesita una coherencia de disparos para organizar la percepción y el análisis de los datos del mundo que nos rodea», dijo McCarley. Y añadió: «Lo que descubrimos es que las neuronas PV del cerebro anterior basal afinan la cognición poniendo en marcha las oscilaciones necesarias para el pensamiento superior».
Usando una técnica llamada optogenética, en la que se alteran genéticamente las células con interruptores fotosensibles, los investigadores pudieron encender y apagar las neuronas PV utilizando luz láser. Cuando las neuronas PV estaban encendidas, el córtex de los animales mostraba más actividad gamma típica de los estados de conciencia.
McCarley descubrió que cuando las células PV se disparan, inhiben las neuronas receptoras PV en la corteza, lo que las apaga a todas al mismo tiempo. Un latido después, las neuronas de la corteza se vuelven a encender, disparando todas a la vez. Cuando este proceso se repite una y otra vez, se crea un ritmo sincronizado y pulsante, en el que todas las neuronas se disparan de forma coordinada, como una orquesta que toca la misma nota o el golpeo rítmico de los tambores al unísono.
Conclusión
Para terminar, Frohlich dijo que es consciente de que algunas personas podrían querer sacar provecho de su hallazgo intentando utilizar la estimulación eléctrica artificial para potenciar la creatividad en su vida cotidiana. Sin embargo, advierte que no lo hagan:
No sabemos si hay problemas de seguridad a largo plazo. Hicimos un estudio bien controlado de una sola vez y encontramos un efecto agudo. Además, me preocupa mucho desde el punto de vista ético la mejora cognitiva en adultos sanos, del mismo modo que a los aficionados al deporte les puede preocupar la mejora atlética mediante el uso de fármacos para mejorar el rendimiento.
Frohlich se centra en el tratamiento de personas con depresión y otras enfermedades mentales, como la esquizofrenia, para las que los déficits cognitivos durante la vida cotidiana son un problema importante. Según él, «hay personas con deficiencias cognitivas que necesitan ayuda, y a veces no hay medicamentos que ayuden o los fármacos tienen efectos secundarios graves. Ayudar a estas poblaciones de personas es la razón por la que hacemos este tipo de investigación».
En base a una amplia gama de descubrimientos recientes, parece que la meditación y el entrenamiento de la atención plena pueden ser una forma rentable y libre de fármacos para estimular el pensamiento creativo al tiempo que se minimizan los síntomas depresivos y otras condiciones mentales.