- Alissa Mariello
- April 01, 2007
Definir un proceso de innovación aumenta el valor futuro de las empresas.
La serendipia no es una estrategia, y sin embargo ese es el alcance de la planificación de la innovación de la mayoría de las empresas. La importancia de la innovación para el futuro de una empresa es incuestionable. Entonces, ¿por qué tan pocas empresas tienen un proceso para ello? Los autores de un documento de trabajo de septiembre de 2006, Crafting Organizational Innovation Processes, abordan esta cuestión. Su investigación se basó en entrevistas semiestructuradas realizadas a altos ejecutivos de investigación y desarrollo, marketing y gestión de productos de más de 30 empresas estadounidenses y europeas de distintos sectores, complementadas con datos procedentes de informes anuales.
El documento identifica cinco etapas discretas y esenciales para el éxito de la innovación.
Etapa 1: Generación y movilización de ideas
La etapa de generación es la línea de partida de las nuevas ideas. El éxito de la generación de ideas debe estar alimentado tanto por la presión de competir como por la libertad de explorar. IDEO, la empresa de desarrollo de productos y marcas con sede en Palo Alto (California), es un buen ejemplo de organización que fomenta el éxito en la generación de ideas al encontrar un equilibrio entre el juego y la necesidad.
Una vez generada una nueva idea, pasa a la etapa de movilización, en la que la idea viaja a un lugar físico o lógico diferente. Dado que la mayoría de los inventores no son también comercializadores, una nueva idea suele necesitar a alguien más que a su creador para hacerla avanzar. Esta etapa es de vital importancia para la progresión de una nueva idea, y saltársela puede retrasar o incluso sabotear el proceso de innovación.
Investigaciones actualizadas del MIT SMR
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